Pautas de crianza: ¿Cómo aprenden los niños las conductas?

Esta columna es para reflexionar sobre temas concernientes a la conducta infantil, enfermedades que aquejan a los niños, problemas de aprendizaje y del desarrollo.
Constantemente llegan padres de familia a consulta con quejas sobre los comportamientos de sus hijos: “mi hijo no me hace caso, no cumple las reglas, es muy demorado, se ha vuelto agresivo, cómo puedo castigarlo, entre otras”.
Para entender este mecanismo es importante reconocer cómo aprendemos a pensar, sentir y comportarnos.
La mayor parte de nuestras conductas son aprendidas, a diferencia de los animales que tienen una naturaleza más instintiva, nosotros construimos un proceso de pensamientos y sentimientos que se fortalecen por diferentes aspectos presentes en nuestro medio, como son el ambiente, la familia, lo social y la parte educativa.
Por esto las conductas, pensamientos y sentimientos pueden ser modificados, aprendidos y desaprendidos en cualquier momento de la vida.
Nuestros hijos y nosotros mismos aprendemos de las siguientes formas:
1-Construcción activa: a través de la experiencia y la interacción adquirimos creencias, principios e ideas sobre nosotros mismos.
2- Por asociación: a lo largo de la vida aprendemos a partir de algunos estímulos positivos y negativos que asociamos con respuestas fisiológicas o pensamientos, como cuando imaginamos un limón y tenemos una reacción fisiológica de salivación.
3-Por imitación: como las niñas que ven a la mamá maquillarse y hacen lo mismo.
4-Por consecuencias: cuando recibimos una mala nota en un examen por no haber estudiado y aprendemos a esforzarnos más.
Entendiendo lo anterior podemos plantear que las conductas pueden ser castigadas o reforzadas por los padres consiguiendo aumento o extinción de las mismas, pero que debemos reflexionar en la forma de hacerlo para no llegar a incrementar conductas desadaptativas o negativas que pueden afectar a nuestros hijos y sus propias vidas.