Autor : Redacción LA CRÓNICA, con información de la Conferencia Episcopal de Colombia

La novena es una tradición que tiene casi 300 años. Foto : Pixabay
Este 18 de diciembre se reza el tercer día de la tradicional Novena de Aguinaldos. Este es el orden de la novena, las oraciones y los gozos.
La Novena de Navidad, o Novena de Aguinaldos, llega este domingo 18 de diciembre a su tercer día.
Esta tradición, típica de Colombia y zonas de otros países como Venezuela y Ecuador, nació en 1743, es decir, hace casi 300 años. Se reza durante los 9 días previos a la Navidad cristiana y es usual que cada día se acompañe de platos navideños o dulces.
A continuación puede encontrar el orden de la novena, las oraciones y los gozos:
Orden del día: ¿cómo se reza la novena?
- Villancico
- Bendición inicial
- Oración para todos los días
- Reflexión del día
- Oración a la Virgen María
- Oración a San José
- Gozos
- Oración al Niño Jesús
- Bendición final
10. Villancico
Villancico
Pastores venid
Coro:
Pastores venid, pastores llegad
a adorar al niño, a adorar al niño
que ha nacido ya
En el Portal de Belén
Hay estrellas sol y luna
La Virgen y San José
Y el niño que está en la cuna
Coro x2
Ábreme tu pecho, niño
Ábreme tu corazón
Que hace mucho frío afuera
Y ahí solo hallo calor
Coro x2
El niño miró a la Virgen
A la Virgen San José
El niño miró a los dos
Y se sonrieron los tres
Coro x2
Bendición inicial
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Reflexión para el día 3
Palabra
Isaías 7, 14b-15: "Miren; la Virgen ha concebido y dará a luz a un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, 'Dios-con-nosotros. Este comerá requesón y miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien".
Reflexión
Peregrinos de la esperanza, hoy encontramos en nuestro camino de fe a la Madre del Señor que recibe el anuncio de la Encarnación del Verbo.
Vivir con María este tiempo de espera es asumir con alegría la llamada a responder como ella al plan divino, sentir en el corazón la voz de Dios que nos pide compartir con Ella la alegría de llevar el Evangelio a la vida de todos, la dicha de ser portadores de Cristo, de su alegría, de su esperanza, en esta hora en la que el mundo necesita modelos sublimes de obediencia y disponibilidad a la voluntad de Dios.
Que ella, la virgen fiel, nos enseñe a decir siempre "sí" al plan de Dios y nos acompañe en nuestro peregrinar con el testimonio de su alegría, con su cercanía al pueblo que la ama y sabe que ella será siempre maestra y madre de quienes viven su fe.
Plegaria
Señor, derrama tu gracia en nuestros corazones, y ya que hemos conocido por el anuncio del Ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, condúcenos por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a la Virgen María
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hagan esta novena, para el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le agradaste tú para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Se reza tres veces: Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Oración a San José
¡Oh Santísimo José!, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego por el amor que le tuviste al divino Niño, me abraces en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
Se reza: Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Gozos
¡Dulce Jesús mío, mi Niño adorado!
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
1. ¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a infantil alcance te rebajas sacro!
¡Oh divino Niño, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!
¡Ven, ven ven, ven a nuestras almas Jesús, ven ven, ven ven!
¡Ven a nuestras almas, Jesús, ven ven a nuestras almas!
¡No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven ven! ¡Ven ven!
2. ¡Oh, Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!,
¡Ah, ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuerte brazo!
¡Dulce Jesús mío...!
3. ¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!
¡Ven, ven ven...!
4. ¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!
¡Dulce Jesús mío...!
5. ¡Oh lumbre de oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas, tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!
¡Ven, ven ven...!
6. ¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño da al mísero, amparo!
¡Dulce Jesús mío...!
7. Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo, Pastor del rebaño.!
¡Niño que apacientas, con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
¡Ven, ven ven...!
8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo!
¡Ven, hermoso Niño, ven, Dios humanado
luce, hermosa estrella, brota, flor del campo!
¡Dulce Jesús mío...!
9. ¡Ven, que ya María, previene sus brazos,
do su Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
¡Ven, ven ven...!
10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!
¡Dulce Jesús mío...!
11. ¡Véanse mis ojos, de ti enamorados
bese ya tus plantas, bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
¡Ven, ven ven...!
12. ¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos;
¡Ven a nuestras almas! ¡ven, no tardes tanto
¡Dulce Jesús mío...!
Oración al Niño Jesús
Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”.
Llenos de confianza en Ti, ¡oh Jesús, que eres la misma verdad!, venimos a exponerte toda nuestra miseria.
Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.
Concédenos, por los méritos infinitos de tu Encarnación y de tu infancia, la gracia, de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.
Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición final
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
Villancico
El duraznero
Debajo de un duraznero, Santa María soñaba
Y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas
Debajo de un duraznero, Santa María soñaba
Y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas
Por la senda de la tarde, vi al mensajero de amor (x2)
Sobre la Virgen y el niño con una y con otra flor (x2)
Con una y con otra flor, con una y con otra flor (x2)
A la orilla de la fuente, calla la Virgen morena
Su silencio transparente alaba el agua serena
A la orilla de la fuente, calla la Virgen morena
Su silencio transparente alaba el agua serena
El niño duerme en sus brazos, como lucero en el cielo (x2)
Para que no se despierte detiene el vuelo su vuelo (x2)
Para que no se despierte detiene el vuelo su vuelo (x2)
Debajo de un duraznero, Santa María soñaba
Y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas
Debajo de un duraznero, Santa María soñaba
Y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas
Por la senda de la tarde, vi al mensajero de amor (x2)
Sobre la Virgen y el niño con una y con otra flor (x2)
Con una y con otra flor, con una y con otra flor (x2)