Autor : Alejandro Castillo

Las mariposas son exportadas siendo crisálidas y estando en los sitios de destino eclosionan.
Aunque Colombia es el país que alberga la mayor diversidad de estos insectos, solo existe una empresa que se dedica a esta labor.
Pese a que Colombia es el país con mayor diversidad de mariposas en el mundo, no hay empresas que desarrollen procesos de exportación de estos insectos, una actividad económica altamente rentable que podría generar empleo, opciones de nuevos negocios y, por ende, impulsar el desarrollo económico del sector rural, en donde se podría fomentar la zoocría de estos animales.
La razón para que esto sea así la explicó Alberto Gómez Mejía, presidente del Jardín Botánico del Quindío, quien aseguró que “en Colombia la legislación es idiota. Si una persona va a hacer una zoocría del caimán del Magdalena o de cucarachas, debe hacer un estudio de impacto ambiental que vale $200 millones. Es igual si se va a hacer el proceso con mariposas a si se va a hacer con, venados de páramo u osos de anteojos, cuando obviamente el impacto ambiental no es igual si yo recolecto 4 mariposas o cucarachas, a si lo hago con la misma cantidad de estas otras especies”.
Además, señaló que lamentablemente la investigación entomológica, sobre las mariposas es muy poca y débil en el país. Eso hace que se desconozca mucho acerca de estos seres tan maravillosos.
El proyecto que cursa en el Congreso
Gómez Mejía dijo que el primer exportador de mariposas vivas del mundo es Costa Rica, que tiene mucha biodiversidad, pero no la misma de Colombia, pero es un país que tiene una legislación diferente para esas actividades que facilitan los procesos.
“Es por eso que le propusimos al representante a la Cámara por el Quindío, Luciano Grisales, que se presentara un proyecto al Congreso de la República, para que se eliminen los estudios de impacto ambiental y de esa manera en el país podamos desarrollar un programa, como lo tiene Costa Rica, en el que las mujeres campesinas se dedican a producir mariposas y exportarlas”, resaltó.
El proyecto de ley, ‘Por medio de la cual se adoptan medidas para fomentar la zoocría de ejemplares de fauna silvestre nativa de las clases Insecta, Chilopoda y Arachnida, y se dictan otras disposiciones’, ha pasado los primeros debates y de acuerdo con la información del Congreso de la República, se encuentra en “trámite en plenaria de la Cámara”.
Con este se busca eliminar la obligación que tienen los zoocriaderos de fauna silvestre nativa de las clases en mención de presentar el estudio de impacto ambiental para el trámite de la licencia ambiental —que seguirá siendo obligatoria—, con el propósito de estimular la creación legal de zoocriaderos de este tipo de insectos.
“De ser aprobado nos permitirá, desde el Jardín Botánico, desarrollar el proyecto Mujeres mariposas, para enseñarle a las ciudadanas del campo cómo cultivar mariposas con fines de exportación”, apuntó Gómez Mejía.
Dijo que “existen cerca de 300 mariposarios en el mundo, pero ninguno funciona como nosotros, que tenemos las mariposas en el mismo bosque, ellos funcionan exportando las mariposas, lo cual hacen cuando el insecto está en estado de crisálida, por lo que van vivas y en estos sitios las ponen en condiciones ambientales de humedad y calor similares a las de su hábitat natural y así eclosionan las mariposas, que son expuestas en estos centros, que son muy aclamados”.
Agregó: “En el Jardín realizan zoocría de mariposas cumpliendo todos los requerimientos de las autoridades competentes, pero todavía no exportamos mariposas. En Colombia solo hay una empresa en Palmira, Valle del Cauca, que logró pagar los $200 millones y lo hace, por lo que hay muchos países que nos llevan ventaja, como Ecuador, Perú, Brasil, Surinam, Bolivia, Venezuela, Aruba, Curazao, y todo Centroamérica, especialmente Costa Rica”.
Apuntó que están esperando que salga esta ley, que sería una oportunidad para genera empleo y desarrollo económico en las comunidades campesinas.
“La exportación de mariposas es muy bien paga, una mariposa en crisálida puede valer, la más económica, entre 6 y 7 dólares y en una caja 100, lo que sería muy relevante y Colombia —jugando un papel importante el Quindío— tiene todo el potencial para ser el mayor importador de estos insectos”.
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