Autor : María Angélica Molina Martínez

Actualmente cuentan con un curso de electricidad básica ofrecido por el Sena.
El centro ofrece servicios de pedagogía, trabajo social, enfermería, programas de reeducación, alimentación completa, alojamiento completo, sistemas recreativos, etc.
El Centro de Atención para Personas en Situación de Calle, CAPSC, del municipio de Armenia cuenta con la capacidad para atender a 120 personas que deseen iniciar su proceso de rehabilitación; sin embargo, a la fecha solo hay 75, es decir, está en un 62 % de ocupación y puede recibir hasta 45 personas más.
Alejandra Martínez Giraldo, coordinadora del lugar y representante legal de la empresa operadora, explicó que el centro es para aquellas personas que habitan las calles de la capital quindiana y que están caracterizadas por la secretaría de Desarrollo Social, porque esta entidad es la única encargada de remitirlas.
El centro, localizado en la vía que desde Armenia conduce al corregimiento de Barcelona, en Calarcá, ofrece a las personas que han decidido dar el paso para salir de las calles: pedagogía, acompañamiento con trabajo social, enfermería, programas de reeducación, alimentación completa, alojamiento completo, espacios recreativos y capacitaciones ofrecidas por el Sena Regional Quindío, en este momento las capacita en un curso de electricidad básica. Adicionalmente les da un kit de aseo y ropa.
En el 2023, la alcaldía ha invertido, según información o cial, $1.400 millones en el Centro de Atención para Personas en Situación de Calle, CAPSC.
“La intención del establecimiento es la resocialización de las personas. Una vez llegan y se vinculan al centro reciben atención en salud mental con profesionales del Hospital Mental de Filandia y la Clínica del Prado, nosotros les brindamos el transporte, acompañamiento y los medicamentos, ya que la mayoría s están tratados con estabilizadores -para afrontar las adicciones a las drogas- especialmente para algunos que eran consumidores de heroína”.
Según la coordinadora, varias personas presentan avances exitosos, 5 personas ya fueron completamente resocializadas; no obstante, también se han registrado recaídas.
Por lo anterior, Martínez Giraldo manifestó que cada persona tiene un proceso y tiempo diferente, por ejemplo, no es lo mismo una persona que tiene dependencia a la heroína a una persona que tiene dependencia a la marihuana o el bazuco. Así mismo, mencionó que cuando las personas logran la resocialización el centro integral continúa haciendo acompañamiento y monitoreo para no dejarlos solos.
“Tenemos nuestro equipo de trabajadores sociales y sicólogos que están todo el tiempo. Por ejemplo, tenemos una persona que sufre de ansiedad, entonces todo el tiempo le estamos preguntando cómo está, qué necesita e incluso en algunos momentos le llevamos la medicina utilizada para las personas que tienen adicción a la heroína, pues él la requiere”.
La mayoría de las personas son tratadas con estabilizadores por su adicción.
Manifestó que todos aquellos interesados en integrarse al programa deben ir a la secretaría de Desarrollo Social y buscar el programa de Habitante de Calle, allí le harán una validación para saber si están caracterizados, para después remitirlos al CAPSC.
El modelo adoptado en el centro es voluntario por lo cual si alguna persona no se adhiere al programa o no quiere continuar probablemente saldrá. “Si no se adhieren en 2 semanas nosotros intentamos retenerlos con todos los profesionales, porque incluso hasta las cocineras ponen un granito de arena para demostrarles a las personas que sí nos importan”.
Habitantes que se han integrado al programa
Cristian Camilo Henao Arango es uno de los usuarios del Centro de Atención para Personas en Situación de Calle, CAPSC, lleva 20 días en el lugar, aunque ha sido una experiencia compleja, destaca el servicio que ofrecen las trabajadoras sociales, las enfermeras, las sicólogas, las cocineras y el resto del personal. “Nos tratan como personas, no como en otras fundaciones donde he sentido fuertemente el rechazo y los métodos que usan”.
Respecto a la convivencia con sus compañeros, dice que los considera sus hermanos y que no hay conflictos. Espera que, de la mano de Dios, pueda rehabilitarse y salir adelante aprovechando las herramientas que le provee el establecimiento.
Los interesados en integrarse al centro deben ir a la secretaría de Desarrollo Social y preguntar por el programa de Habitante de Calle.
Roger Marulanda Salazar lleva 2 meses, dice que su experiencia en el sitio ha sido buena, ya que anteriormente sufría en la calle por el rechazo de las personas, por las lluvias y el hambre. Tras integrarse al programa, recuperó a su familia y cambió su mentalidad. “Ahora me aseo, me preocupo por mi salud, estoy estudiando, también saliendo adelante y estoy dejando muchos malos hábitos”, dice con orgullo mientras enfatiza que no hay nada como tener una vida normal y sana acompañado de la familia.
Sin embargo, es consciente de que el proceso apenas inicia: sus expectativas son regenerar su vida, encontrar un trabajo en algo que le apasione como las ventas y viajar, pues anteriormente viajaba con frecuencia. “Todo para poder contribuir a mi familia y sacar adelante a mi hija”.
El centro integral cuenta con libros, máquinas para hacer ejercicio, una piscina para actividades recreativas, etc.