Preparamos un coctel informativo con la polémica por el nombre del túnel de La Línea, otro cambio en el gabinete municipal y una sorpresa en la catedral de Armenia.
Dejémonos de vainas
Como era de esperarse, la noticia del nombre que llevará el túnel principal del proyecto Cruce de la cordillera Central ha despertado posiciones encontradas. Con cierto tinte regionalista, aunque la obra es nacional, han ido apareciendo diferentes voces pidiendo se reconsidere la decisión de llamar a esta obra túnel Darío Echandía, en homenaje al ilustre chaparraluno que fue presidente del país, magistrado, ministro en varias oportunidades y senador. Incluso, ya anda circulando una encuesta virtual preguntándole a las personas cómo le gustaría que se llamara el túnel y las opciones son: túnel del Quindío, túnel de La Línea o túnel Machín. Creemos que sea cual sea el nombre que se le ponga al proyecto, muy difícil será que se le deje de llamar túnel de La Línea, así se ha conocido desde que fue solo un sueño y así lo seguirán llamado, por eso, dejémonos de vainas.
Vuelve a casa
Solo un mes alcanzó a despachar como secretaria de Hacienda del municipio de Armenia, Aleida Marín Betancourt. La profesional en contaduría pública y especialista en administración financiera ya presentó renuncia a su cargo en la alcaldía de Armenia —se había posesionado el pasado 1 de agosto— y desde el 1 de septiembre ocupará el cargo como secretaria de Hacienda en la gobernación de Quindío. Aleida vuelve a su casa, la gobernación, en la que ha laborado durante 22 años, allí ya fue secretaria de Hacienda en 1999 y luego asesora financiera hasta 2016. En su hoja de vida registra un trabajo de 3 años con la Agencia de Cooperación Alemana GIZ y una curul en la asamblea del departamento desde el 2001 hasta el 2003. La experimentada funcionaria llega al CAD en remplazo de Jorge Fernando Ospina Gómez, que tuvo una palomita como alcalde pero la desaprovechó y quien asumirá desde el 1 de septiembre como tesorero en la Región Administrativa y de Planificación, RAP, Eje Cafetero. 
Sorpresa en la misa de 11
Minutos antes de iniciar la eucaristía de las 11 a. m. en la catedral de Armenia, y mientras las pocas personas que podían ingresar al templo cumplían con el requisito de inscribirse y se hacían tomar la temperatura, un grupo jóvenes, algunos sin protección, tal como se aprecia en la foto, llegaron hasta el atrio cargando un féretro. Pretendían ingresar a la catedral pero, como era apenas lógico, el padre Gabriel Arias les explicó que no podían hacerlo y mucho menos deambular por las calles cargando el cuerpo. Lo que si hizo el religioso fue echarles la bendición y el grupo de no menos de diez personas, después de renegar un poco, se alejó de la basílica y en un carro particular partieron del lugar.
