Autor : Redacción

Recorrer sus páginas es palpar los distintos sabores del café y, de paso, conocer el origen Quindío.
68 relatos impregnados de un profundo sentido de pertenencia por el grano que le ha dado riquezas e identidad a los habitantes de esta región, invitan a dar un paseo por los municipios del Quindío para deleitar la vista, el paladar y llevarse un pedacito de la caficultura en el corazón.
Una vez más los quindianos y todos aquellos que eligieron a esta tierra como su casa, sacan a flote la pujanza, la pasión por lo que hacen, el amor que plasman en cada proceso, el cuidado de cada detalle. Una mezcla perfecta de técnicas, de sentimiento y de ingenio dejan como resultado emprendimientos de gran calado que pueden llevarse a casa empacados en bolsas de 250 hasta 500 gramos o albergar en los recuerdos cuando se activan los sentidos con una buena taza.
Para conocer un pedacito de la increíble cultura cafetera local, inicialmente no tendrá que salir de su casa, bastará solo con que transite tranquilo, y si es con una taza de café mucho mejor, por las 121 páginas del libro que recientemente salió a la luz con el sello y la calidad periodística de la casa editorial LA CRÓNICA, titulado Historias de mi café.
Allí podrá ver desde el cafetero más tradicional hasta el más innovador; conocer la historia de un patriarca o una matriarca hasta la generación más joven que ha tomado las riendas de la finca; podrá ver que, más que una marca o una tienda, cada espacio, cada grano procesado tiene una esencia que los hace inigualables.
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Estas empresas cafeteras brindan experiencias, construyen recuerdos, dan la posibilidad de generar nuevos lazos, enseñan el valor de preservar algo que por décadas nos ha definido, que ha llevado a sonar al nombre de nuestro país en el mundo; nos invita a conocer sabores únicos, a activar la memoria.
Las Historias de mi café son una muestra de la evolución de la cadena productiva, donde ya no solo se cultiva el grano y se vende, ahora se cultivan variedades que van desde la caturra hasta el tabi o se hacen mezclas para crear una nueva categoría denominada blend; se procura tener el mejor beneficio, con nuevas técnicas como el honey, el lavado o el natural. Luego se selecciona cuidadosamente, se analiza cuál es la curva de tostión que destacará las mejores notas de sabores; se forman expertos para hacer preparaciones únicas y no solo infusiones, sino mezclas con panela, cítricos, en frío, en caliente, con licor, hasta con nitrógeno.
Ya no es solo tomar una taza de café, ahora se trata de vivir una experiencia, de disfrutar de la multitonalidad de verde de nuestra cordillera, de involucrarse en la recolección, en la preparación, de tomarse el tiempo de descubrir las notas a chocolate, a frutos rojos. Ahora se trata de vivir la cultura cafetera en carne propia.
Por eso, en las últimas páginas del libro, LA CRÓNICA invita a los lectores a vivir de primera mano todo lo que en estas páginas se ha plasmado, recorriendo uno a uno los lugares, degustando una a una las marcas origen Quindío y Colombia.