Autor : Daniel Restrepo Tabares

La mayoría de los procesos que investiga la autoridad ambiental en el Quindío son por presuntas afectaciones a los recursos naturales.
Se presentan por presuntos aprovechamientos ilícitos de los recursos naturales.
La Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, informó que en la actualidad cursan en la entidad 34 procesos sancionatorios ambientales contra empresas aguacateras o actividades conexas, por presuntas afectaciones contra el medio ambiente.
Jaider Arles Lopera Soscué, asesor de la dirección general de la autoridad ambiental manifestó que la mayoría de los procesos han sido por denuncias ciudadana. De los 34 procesos que cursan en la CRQ, un total de 14 han sido por actividades desarrolladas dentro de la Reserva Forestal Central que, a pesar de no ser un área natural protegida, sí es una figura de conservación que tiene unas condiciones especiales para poder desarrollar actividades.
“Estos 14 procesos sancionatorios ambientales que han sido ubicados en esa zona fueron enviados al ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, porque nosotros ya cumplimos con nuestro rol de administradores del área e impusimos las medidas preventivas del caso, iniciamos el proceso sancionatorio ambiental, pero al estar ubicados en la Reserva Forestal Central la competencia es del ministerio”, señaló el funcionario de la autoridad ambiental.
Dijo que los 20 procesos restantes están siendo investigados por la entidad y corresponden a acciones desarrolladas por actividades aguacateras dentro de las áreas naturales protegidas de carácter regional, que corresponden a 3 distritos regionales de manejo integrado en el departamento y un distrito de conservación de suelos.
Lopera Soscué también manifestó que las empresas aguacateras que han llegado al país atraídas por diferentes agencias de inversiones y distintas entidades nunca tuvieron claridad en cuanto a la reglamentación y la normatividad que hay en esas zonas de conversación.
“Hay que dejar claridad que la actividad del aguacate es lícita, así como lo es la siembra de otros cultivos, para no estigmatizar la actividad como tal. Nosotros como CRQ lo que hacemos es aplicar las normas ambientales, cumplir con nuestro rol de autoridad ambiental y si encontramos afectaciones dentro del proceso productivo u otras actividades conexas entramos a intervenir”, manifestó Lopera.
Añadió que frente a la actividad del aguacate en el Quindío se han venido generando una cantidad de temores y miedos de diferentes comunidades y colectivos ambientales y con el fin de darles tranquilidad a los quindianos se han venido atendiendo una cantidad de denuncias desde el 2018 cuando se empezó a detectar la presencia de cultivos.
“En cuanto a la afectación en esas zonas algunas empresas vienen haciendo actividades que no son permitidas o que requieren permisos previos, por ejemplo: en la zona de la cordillera donde está la Reserva Forestal Central para hacer una vía se requiere de una figura que se llama sustracción del área. Para hacer una infraestructura como una bodega para el almacenamiento de la fruta se requiere de ese trámite, al igual que para construir un reservorio de agua”.
Continuó: “cuando estas empresas llegaron a hacer estas actividades las estaban haciendo sin realizar los trámites previos con las autoridades competentes en ese caso el Minambiente, por consiguiente a nosotros nos tocó actuar y suspender esas actividades que eran una de las grandes denuncias que hacían las comunidades como movimientos de tierra, apertura de vías y ahí es donde venimos actuando como autoridad ambiental parando la actividad, imponiendo medidas preventivas e iniciando procesos sancionatorios ambientales contra estas empresas”, puntualizó Lopera.
Aclaró que para cultivar aguacate no se necesita permiso de la autoridad ambiental; sin embargo, deben solicitar autorización para el aprovechamiento de los recursos como captar agua, vertimientos, aprovechamientos forestales, entre otros.
Hay 6.000 hectáreas
Según indicó Jaider Arles Lopera Soscué, asesor de la dirección general de la CRQ, de acuerdo con una actividad de mapeo que vienen realizando desde la CRQ se ha logrado establecer todas las actividades de aguacate a medida que van llegando a la autoridad ambiental, ya sea por denuncia o por solicitud de permisos en las áreas que se están desarrollando y que ya suman alrededor de 6.000 hectáreas de aguacate sembradas en el departamento.
Con esa información la autoridad ambiental adelanta labores de control y seguimiento con el equipo de la subdirección de Regulación y Control del componente suelo y también con la Unidad de Reacción Inmediata Ambiental haciendo recorridos preventivos para identificar presuntas afectaciones ambientales de la actividad.
“Hay un proceso sancionatorio ya finalizado que fue fallado en 2022 donde le impusimos una sanción económica de $47 millones a una empresa y la obligamos a tumbar los árboles de aguacate que habían sembrado en alrededor de 4 o 5 hectáreas que estaban afectando el área forestal protectora de las fuentes hídricas que atravesaban el predio. Adicionalmente tuvieron que restaurar la zona con vegetación nativa para proteger las fuentes hídricas”, dijo el funcionario de la CRQ.
Reconoció que desde la entidad ambiental se está trabajando en dar mayor celeridad a los procesos, pero explicó que se deben cumplir las etapas procesales y dar garantías al investigado. “Venimos trabajando para acelerar los fallos sancionatorios ambientales y tratar de mostrar mayores resultados a la comunidad”.
Análisis de posibles impactos ambientales en zonas donde hay cultivos de aguacate
Desde la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, explicaron que además de las actuaciones administrativas que han permitido la apertura de 34 procesos sancionatorios ambientales se vienen implementando modelos replicables para identificar los posibles impactos ambientales de la actividad del aguacate.
Para esto se hicieron 2 programas piloto en áreas donde había conflictos socioambientales como el corregimiento La Virginia de Calarcá y en la vereda La Granja de Génova, donde había temor por parte de la comunidad de que la llegada de estas actividades les iba a generar afectaciones.
Dentro de las estrategias se hicieron monitoreo a fuentes hídricas por las actividades productivas analizando la calidad del agua con el laboratorio de agua de la CRQ y convenio con la Universidad Tecnológica de Pereira se hizo un análisis de organofosforados y organoclorados que son los principios activos de los pesticidas y plaguicidas para identificar si había presencia en el momento en esas fuentes hídricas donde estaban los cultivos de aguacate.
Además, se adelantó un trabajo para identificar presencia de macroinvertebrados y si había trazas de estos agroquímicos, y los resultados fueron que, frente al tema de calidad del agua, de oferta hídrica no se encontró ninguna traza de estos compuestos que se generen por la aplicación de pesticidas y plaguicidas.
Por último, está en estudio por parte de la Universidad del Quindío, la revisión de tejidos de algunos peces para determinar si hay presencia de este tipo de sustancias. Estos estudios fueron hechos en época de invierno y en próximos días con la llegada del verano se adelantarán los mismos análisis.