Autor : Carlos W. López R.

Con cada aguacero las calles del asentamiento se transforman en un río de aguas negras.
La próxima semana, con la asesoría de la Defensoría del Pueblo, la comunidad interpondrá una acción popular.
Regresó la temporada de lluvias y con ello el drama para las familias del asentamiento Milagro de Dios de Armenia. La canalización que improvisaron con tubos de PVC es insuficiente para evitar que con cada aguacero el lugar se convierta en un río de aguas servidas, que corre por entre los andenes dejando una estela de hedores insoportables, que se filtran al interior de las 72 viviendas del sector.