Colombia / DICIEMBRE 24 DE 2022 / 3 meses antes

Novena de Navidad 2022: oraciones, gozos y villancicos del día 9, este 24 de diciembre

Autor : Redacción LA CRÓNICA, con información de la Conferencia Episcopal de Colombia

Novena de Navidad 2022: oraciones, gozos y villancicos del día 9, este 24 de diciembre

Después de 9 días de oración y devoción, los corazones reciben hoy al Niño Dios.

Encuentre aqui el orden del día y las lecturas para rezar la Novena de Aguinaldos en familia, este sábado 24 de diciembre.

La Novena de Navidad, o Novena de Aguinaldos, llega hoy, sábado 24 de diciembre, a su final. Después de 9 días de oración y devoción, los corazones reciben hoy al Niño Dios en la nochebuena, víspera de la Navidad cristiana.

Esta tradición, típica de Colombia y zonas de otros países como Venezuela y Ecuador, nació en 1743. Desde entonces, es común su rezo en hogares, lugares públicos y templos desde el 16 hasta el 24 de diciembre. Es usual que cada día se acompañe de platos navideños o dulces.

A continuación puede encontrar el orden de la novena, las oraciones y los gozos:
 

Orden del día: ¿cómo se reza la novena?

  1. Villancico
  2. Bendición inicial
  3. Oración para todos los días
  4. Reflexión del día
  5. Oración a la Virgen María
  6. Oración a San José
  7. Gozos
  8. Oración al Niño Jesús
  9. Bendición final
  10. Villancico

Villancico

Cuando los reyes vieron al niño
En un portal cerquita de Belén
Se confirmó la tradición más fiel
Que habla de su gloria hasta la eternidad

Cuando los reyes vieron al niño
En un portal cerquita de Belén
Sin vacilar, el mundo va de fiesta
Y cada corazón musita esta oración

Dios del cielo, que hiciste la mañana
Y también que brille más el Sol
Dios del cielo, bendice nuestras almas
Tú que traes el amor

Cuando los reyes vieron al niño
En un portal cerquita de Belén
Eres la fuente, la luz resplandeciente
Señor omnipotente, la gloria eres Tú

Dan don, dan din don
Dan don, dan din don
Dan don, dan din don

Ya las campanas tocan la fiesta
Porque ha nacido Dios, el salvador
El Sol le dio de rayo su fulgor
Para loar de gloria toda una eternidad

Dios del cielo, señor del universo
Que en la tierra nos muestre el camino
Dios del cielo, venimos a adorarte
El que ofrenda el alma mía

Cuando los reyes vieron al niño
En un portal cerquita de Belén
Sin vacilar, el mundo está de fiesta
Y cada corazón le canta esta canción

Dan don, dan din don
Dan don, dan din don

Ya las campanas tocan la fiesta
Porque ha nacido Dios, el salvador
El Sol le dio de rayo su fulgor
Para loar de gloria toda una eternidad

Cuando los reyes vieron al niño
En un portal cerquita de Belén
Se confirmó la tradición más fiel
Que habla de su gloria hasta la eternidad
(Bis x 2)
 

Bendición inicial

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 

Reflexión para el día 9

Palabra

1 Juan 1, 1-3: "Lo que existía desde un principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida (porque la vida se ha manifestado y nosotros hemos visto y testificamos y se les anunciamos esta vida eterna, la que estaba con el padre y se nos ha manifestado): lo que hemos visto y oído se los anunciamos, a fin de que vivan en comunión con nosotros".

Reflexión

Navidad es fiesta de una humanidad que debe renovarse y crecer en la fe, que siente que el Señor, Camino, Verdad y Vida, se adentra en nuestra Historia para redimirla, para darle una identidad, para devolverle a la criatura su carácter sagrado y para que, desde el Pesebre, los discípulos del Divino Maestro emprendamos el maravilloso recorrido de la fe.

Hoy llega el Esperado de las Naciones, hoy llega a nuestra vida el Señor de la Paz, hoy encontraremos en todos los Pesebres la imagen humilde del Niño más poderoso: su poder es el del amor, su fuerza la de la misericordia, su reino el de la piedad, la verdad y la humildad. Venga su reino de alegría y esperanza. Lleguemos unidos a la meta de nuestra peregrinación y recibamos la vida que esperamos, la paz que necesitamos, la alegría que falta en tantos hogares.

Plegaria

Dios todopoderoso, envueltos con la nueva luz de tu Verbo hecho carne, te pedimos que resplandezca en nuestras obras lo que por la fe brilla en nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 

Oración a la Virgen María

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hagan esta novena, para el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le agradaste tú para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

Se reza tres veces: Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
 

Oración a San José

¡Oh Santísimo José!, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego por el amor que le tuviste al divino Niño, me abraces en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.

Se reza: Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, amén.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 

Gozos

¡Dulce Jesús mío, mi Niño adorado!
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

1. ¡Oh Sapiencia suma del Dios soberano,
que a infantil alcance te rebajas sacro!
¡Oh divino Niño, ven para enseñarnos
la prudencia que hace verdaderos sabios!

¡Ven, ven ven, ven a nuestras almas Jesús, ven ven, ven ven!
¡Ven a nuestras almas, Jesús, ven ven a nuestras almas!
¡No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús ven ven! ¡Ven ven!

2. ¡Oh, Adonaí potente que a Moisés hablando,
de Israel al pueblo diste los mandatos!,
¡Ah, ven prontamente para rescatarnos,
y que un niño débil muestre fuerte brazo!

¡Dulce Jesús mío...!

3. ¡Oh raíz sagrada de Jesé que en lo alto
presentas al orbe tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño que has sido llamado
lirio de los valles, bella flor del campo!

¡Ven, ven ven...!

4. ¡Llave de David que abre al desterrado
las cerradas puertas del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano,
de la cárcel triste que labró el pecado!

¡Dulce Jesús mío...!

5. ¡Oh lumbre de oriente, Sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas, tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso, dicha del cristiano,
luzca la sonrisa de tus dulces labios!

¡Ven, ven ven...!

6. ¡Espejo sin mancha, Santo de los santos,
sin igual imagen del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado
y en forma de niño da al mísero, amparo!

¡Dulce Jesús mío...!

7. Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo, Pastor del rebaño.!
¡Niño que apacientas, con suave cayado,
ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

¡Ven, ven ven...!

8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto,
bienhechor rocío como riego santo!
¡Ven, hermoso Niño, ven, Dios humanado
luce, hermosa estrella, brota, flor del campo!

¡Dulce Jesús mío...!

9. ¡Ven, que ya María, previene sus brazos,
do su Niño vean en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

¡Ven, ven ven...!

10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!

¡Dulce Jesús mío...!

11. ¡Véanse mis ojos, de ti enamorados
bese ya tus plantas, bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

¡Ven, ven ven...!

12. ¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos;
¡Ven a nuestras almas! ¡ven, no tardes tanto

¡Dulce Jesús mío...!
 

Oración al Niño Jesús

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”.

Llenos de confianza en Ti, ¡oh Jesús, que eres la misma verdad!, venimos a exponerte toda nuestra miseria.

Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos infinitos de tu Encarnación y de tu infancia, la gracia, de la cual necesitamos tanto.

Nos entregamos a ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.

Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 

Bendición final

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amén.
 

Villancico

Gloria, cantan los querubes
En los campos de Belén
Vieron querubes que entonaban
Cantares a nuestro Rey

Glooooooooooria
in excelsis deo

Unos pastores que velaban
En los campos de belén
Y el eco de valle en valle
Repite una y otra vez

Gloooooooooooria
in excelsis deo
(Bis x2)




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