A diario se ven personas con cargas en motos que podrían poner en riesgo sus vidas y las de los demás actores de la vía.
Se podría decir que son malabaristas del peligro, personas a las que les falta sentido de responsabilidad en la vía. Seres que con su actuar también podrían dejar heridas o muertas a otras personas.
En resumen, son un peligro ambulante, y no porque anden armados, sino porque se movilizan en motocicletas con cargas que a simple vista exceden la capacidad de sus vehículos y cualquier movimiento en falso podría llevarlos a accidentarse y a tener que asumir las graves consecuencias de su mal actuar.
Transportan palos o varillas largas, cargas grandes envueltas en cajas que podrían llevar al conductor a perder el equilibrio. Llantas, animales, en fin, llevan ahí todo tipo de elementos que no deberían.
De acuerdo con lo que determina el artículo 14 del Reglamento General de Circulación: “La carga transportada en un vehículo, así como los accesorios que se utilicen para su acondicionamiento o protección, deben estar dispuestos y, si fuera necesario, sujetos de tal forma que no puedan:
a) Arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa.
b) Comprometer la estabilidad del vehículo.
c) Producir ruido, polvo u otras molestias.
d) Ocultar los dispositivos de alumbrado o de señalización luminosa, las placas o distintivos obligatorios y advertencias manuales de sus conductores.
LA CRÓNICA fotografió algunos de estos casos donde se ven comprometidos, en especial los puntos a y b.