LA CRÓNICA realizó un recorrido por el centro de la capital quindiana y evidenció la situación en diferentes entidades financieras.
Los bancos, que mensualmente registran ganancias multimillonarias, siguen poniendo en peligro a sus clientes al no idear un mecanismo que permita atenderlos sin necesidad de hacer las largas filas que por estos días se ven en sus sucursales. Para hacer una diligencia sencilla es necesario disponer de toda una mañana o de una tarde.
Tal situación pone en riesgo a los usuarios, primero de ser contagiados del coronavirus porque en las filas, la mayoría de veces, no se respetan las distancias, y aunque muchos usan tapabocas, no siempre lo hacen de la manera adecuada.
Es frecuente la presencia de adultos mayores que deberían, por sus condiciones, recibir un trato preferencial en el que sean atendidos primero.