La institución armada celebró en el Quindío un año más de fundación.
Los policías van armados de firmeza para combatir a la delincuencia, pero también de un corazón grande para ayudar, aún sin que nadie se los pida. Un policía más que un guardián, también es una persona que siente como nadie los problemas de la gente, que se alegra con sus logros, pero que a la vez aporta con su trabajo y hasta con elementos materiales, con tiempo, trabajo y cariño desinteresado cuando otros lo requieren. La labor social de esta institución armada es palpable entre las comunidades vulnerables del Quindío.
Llevan ayudas a los niños de los colegios en las zonas rurales, a los damnificados de las tragedias naturales, a los privados de la libertad, cuidan las cosechas cafeteras y velan por el cuidado de la fauna y de la flora. También propician momentos de diversión con eventos culturales dirigidos a poblaciones que de otra manera no podrían disfrutar de estas actividades.
Por su labor incansable en beneficio de la gente, porque sus miembros saben a qué hora comienzan sus labores, pero no cuándo las terminan, porque cada día arriesgan sus vidas para que todos gocemos de seguridad y de bienestar, a la Policía Nacional le deseamos un feliz cumpleaños en sus 129 años de fundación en Colombia que se cumplieron ayer.
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