En esta conducta incurren los particulares, pero también funcionarios o contratistas del Estado.
Se volvió recurrente que en muchos sectores de los municipios del Quindío hacen obras, ya sean públicas o particulares y al terminarlas dejan los escombros, la madera, las cintas de acordonamiento, los costales y demás desechos que se producen en este tipo de trabajos.
A los responsables de ese comportamiento les hace falta cultura ciudadana, incluyendo a empresas del Estado, que deberían dar ejemplo y recoger los materiales producidos una vez terminadas las labores. Esta acumulación de elementos de construcción no solo afea los lugares, sino que obstruye el paso y produce problemas de convivencia entre los vecinos.
Diego Fernando Tobón, secretario de infraestructura de Armenia, informó que “las personas o entidades que incurran en estas conductas se exponen a sanciones de la Corporación Autónoma Regional del Quindío y a posibles procesos de inspección en control urbano. Le recordamos a la comunidad que la primera autoridad de control urbano es la Policía y, según el artículo 131 de la ley 1801, tiene la competencia para realizar el comparendo a particulares o a funcionarios”.
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