Autor : David Salazar

Kevin Alexánder Patiño Pinilla, de 13 años de edad, estaba en su casa del barrio Giraldo cuando más de 20 metros cúbicos de tierra lo sepultaron.
Kevin Alexánder Patiño Pinilla, de 13 años de edad, es la víctima mortal del derrumbe de tierra que se registró ayer sobre la 1:30 p. m. en el barrio Giraldo de Calarcá.
El teniente Carlos Julio Pineda Pineda, oficial de servicio del cuerpo de bomberos voluntarios de la ‘Villa del Cacique’, dio a conocer los hechos que produjeron la muerte del menor de edad.
“Desgraciadamente el niño murió porque le cayó un muro de contención encima que le generó una lesión, aparentemente, en la cabeza”, manifestó el rescatista.
Y es que este barranco tenía unas llantas las cuales, supuestamente, le daban fortaleza a la pared natural para que no se derrumbara con el invierno pero en el momento del hallazgo del adolescente, la ciudadanía y los rescatistas identificaron que uno de estos elementos sería el causante de un trauma craneoencefálico severo el cual fue mortal, además del peso de los más de 20 metros cúbicos de material que le cayeron encima del barranco de por lo menos 15 metros de altura.
“Las unidades socorristas, al llegar al lugar de los acontecimientos, observan a la comunidad tratando de rescatar al menor de edad y minutos después arribó la Policía, la Defensa Civil a ayudar a rescatar el cuerpo pero lamentablemente fue extraído de la tierra sin signos vitales”, ultimó el rescatista.
El barrio Giraldo de Calarcá se volcó para tratar de ayudar al joven, con motosierras, baldes, palas, con sus manos y hasta con cualquier elemento improvisado.
Los socorristas, al igual que los residentes del barrio se enfocaron en una sola misión, sacar al menor con vida y trataban de mover la tierra que había caído, dejando de pensar que el terreno temblaba por el derrumbe de hacía pocos instantes.
Hubo momentos de euforia cuando encontraban algunas pistas del punto donde estaba el adolescente y hasta rumores hubo en el sitio sobre su rescate con vida.
Pero las acciones desesperadas de la búsqueda desmentían cualquier comentario que surgía en los espectadores que le pedían a Dios por la salud de Patiño Pineda y para que fuera rescatado.
El comandante de la Policía de Calarcá, el alcalde de esa localidad, Luis Alberto Balsero Contreras, decidieron poner en riesgo sus vidas y ayudar con baldes a la extracción de la tierra, al trabajo en equipo con los rescatistas y ciudadanos sin importar cargo o estrato social, todos apuntando a la vida del chico.
Una hora después y bajo una llovizna amenazante pero que manifestaba el poder trágico del invierno en Quindío en este mes de noviembre, fue avistada la cabeza de la víctima en medio de la tierra.
Fue un momento eufórico el que se vivió por todas las personas que estaban ayudando al igual que los espectadores: “Lo encontraron, lo encontraron...”, y de manera inmediata expertos de la Defensa Civil solicitaron silencio para tomar el pulso de Kevin Alexánder y en menos de un minuto, de la alegría al suspenso se pasó a los lamentos, gritos y lágrimas, el calarqueño estaba muerto.
“Desde el pasado viernes estamos reunidos en un puesto de mando unificado en bomberos de Calarcá para analizar la difícil situación que se presenta en el municipio tanto en el casco urbano como en el sector rural. Desafortunadamente tenemos una lamentable noticia, la cual es el deslizamiento sobre una vivienda donde fallece el joven de 13 años”, manifestó el alcalde de Calarcá, Luis Alberto Balsero Contreras.
Sobre otros sectores de la localidad en riesgo de padecer la misma situación el burgomaestre respondió que se trabaja en los puntos más peligrosos donde se produzca una nueva tragedia, uno de ellos es el barrio Giraldo, así como el González.
“La mayoría de las vías rurales del municipio se han visto seriamente afectadas lo que dificulta un poco la labor de la administración municipal para cubrir a tiempo todos estos sitios donde se presentan las afectaciones por el invierno”, señaló el burgomaestre.
Sobre la atención en los puntos priorizados, Balsero Contreras expresó que se adelantan gestiones para atender las necesidades que surgen producto del invierno.
“Estamos en reuniones con la Unidad Departamental de la Gestión del Riesgo, Udegerd, y vamos a visitar a los habitantes de los barrios en amenaza para analizar cuáles serán las alternativas para evitar que una situación como la que se nos presentó ayer se vuelva a dar”, aseguró el mandatario.
Añadió: “La preocupación está en que hay personas que construyen sus viviendas en laderas y que hacen excavaciones que ponen en alto riesgo la estabilidad de la estructura. También se arriesgan al construir a las orillas de los ríos o quebradas, esto hace que haya un crecimiento y obviamente se dé una afectación de bienes y desafortunadamente de seres humanos”.
Balsero Contreras invitó a la comunidad para que tenga cuidado en este tipo de circunstancias: “Sabemos el anhelo de muchos calarqueños que quieren tener una vivienda propia pero también tenemos que pensar en la vida y muchas veces no asumimos los riesgos que lleva realizar este tipo de viviendas subnormales en estos sitios”.
Por su parte, el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, se pronunció sobre la situación vivida ayer: “En horas de la tarde en Calarcá, a causa de las fuertes lluvias se presentaron 2 deslizamientos de tierra que dejan un saldo de tres viviendas afectadas, 2 con pérdida parcial en el barrio Joaquín Lopera”.
Y agregó: “Nuestra secretaría del Interior con la Udegerd acompaña el Puesto de Mando Unificado, PMU, instalado bajo la coordinación de la administración de Calarcá. Así mismo, se lamenta profundamente la muerte del menor, y dispone de los siguientes canales institucionales para brindar apoyo psicosocial a las familias afectadas por estos hechos: 301 5472416 y 606 7359950”.
Segunda víctima mortal
Noviembre ha sido inclemente con el departamento porque con el invierno de estos últimos días deja 2 menores de edad víctimas mortales de los derrumbes naturales producto de las constantes lluvias.
Ánderson Guillermo Fernández Gaviria, de 10 años, murió el pasado 2 del mes en curso tras ser sepultado por un alud que desprendió cerca de 10 metros cúbicos de tierra, en hechos ocurridos en el asentamiento Santa Elena, en la comuna 4 de Armenia.
Según el secretario de Gobierno y Convivencia de Armenia, Jaime Andrés Pérez Cotrino, el barranco que se desprendió tenía 15 metros de altura y cerca de 2 a 3 metros cúbicos, de los 10 que se desprendieron de la montaña, le cayeron al niño que se encontraba en la cocina de la casa.
El alud se registró sobre las 11:45 a. m. de dicha fecha, afectó gran parte de la vivienda donde residía el joven junto con 4 personas, que se salvaron de tener el mismo destino de Ánderson Guillermo.