Autor : David Salazar

El CTI trasladó los cuerpos sin vida a la morgue de Calarcá y hoy serán las necropsias.
Carlos Álvarez y Yeison Álvarez recibieron varios impactos con arma de fuego por un sicario que los ubicó en la vereda Santo Domingo Bajo.
Carlos Álvarez, de 54 años; y su hijo, Yeison Álvarez, de 25 años, fueron ultimados con arma de fuego ayer al mediodía en Calarcá.
Según la información suministrada por los testigos a las autoridades, el sicario arribó a una finca de la vereda Santo Domingo Bajo de la ‘Villa del Cacique’ buscando a las víctimas.
Las halló en un cafetal, tras la indicación de los campesinos que acompañaban a los Álvarez, quienes ingenuamente respondieron al requerimiento del asesino, pues no les generó sospecha alguna.
Fue entonces que el armado ubicó a sus objetivos y les disparó en repetidas ocasiones para después escapar por una zona rural, dejándolos malheridos en el piso.
Los sonidos de los impactos de bala percutidos alertaron a los otros agricultores que se dirigieron al lugar de los acontecimientos y, al encontrar a los Álvarez, intentaron ayudarlos.
Pero las heridas fueron mortales. Los proyectiles atravesaron órganos vitales y sobre las 12:52 p. m. de este sábado fue reportada oficialmente la hora del deceso.
La patrulla policial del cuadrante rural de Calarcá llegó hasta el sitio y notificó la doble novedad a la central de radio y minutos después el Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, junto a personal adscrito a la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, llegaron al punto.
Las autoridades descartaron que se tratara de un asesinato por hurto o por intolerancia e investigan si padre e hijo tenían amenazas o deudas que hubiesen podido generar el crimen.
La Policía Nacional no dio a conocer las primeras causas que tendrían analizadas sobre el hecho.
Mientras se daban las labores investigativas, los familiares de las víctimas arribaron al predio para identificar a sus seres queridos.
Ver también: Inmunidad para Fernando León Díez en el caso del fraude de la valorización