
Ximena Londoño de la Pava junto a la especie de guadua angustifolia Kunth, una de las que más le llama la atención por su imponente tamaño.
Con base en su experiencia investigativa y estudios realizados, esta ciudadana decidió iniciar el proyecto denominado El Paraíso del Bambú y la Guadua.
Ximena Londoño de la Pava es una ingeniera agrónoma que dentro de su trabajo como investigadora ha descrito aproximadamente 50 especies nuevas de bambú para la ciencia, destacándose en este campo a nivel mundial. En entrevista con LA CRÓNICA explicó la forma como nació El Paraíso del Bambú y la Guadua, un sitio que busca dar a conocer la importancia de estas plantas, el cual está ubicado en Pueblo Tapao, corregimiento de Montenegro Quindío; a pocos metros del hotel campestre Las Camelias.
¿Cómo describe El Paraíso del Bambú y la Guadua?
Se trata de un proyecto de agroturismo educativo teniendo como base la guadua, el bambú y la agricultura orgánica a raíz de que he dedicado mi vida a la investigación de estas plantas, por lo que este sitio es el resultado de un trabajo de muchos años.
¿Cómo inició el proyecto?
En un principio no pensé en este sitio como algo turístico, sino que lo tenía como mi pasión, porque siempre me he dedicado a la investigación de los diferentes tipos de bambú y guadua, pero solo lo compartía con familiares y amigos. Esto fue así hasta que a este sitio llegaron algunos periodistas de la revista Avianca para hacerme una entrevista y realizar un reportaje sobre el lugar. Después de esto fue una gran sorpresa ver la foto de un sector de la finca donde crecen mis plantas en la portada del medio de comunicación y esto fue lo que me impulsó a comenzar a pensar en abrirlo al público. De esta manera presenté el proyecto al fondo Emprender y me gané la convocatoria el 22 en julio del año 2013. En este momento estamos en la etapa que se llama puesta en marcha y se termina en marzo de 2015.
¿Qué ofrece este lugar?
Es una propuesta educativa y de compenetración con la naturaleza. La gente puede visualizar a través de los recorridos ecológicos por los senderos, cómo el bambú y la guadua son plantas que contribuyen a la conservación del agua, recuperan cuencas hídricas, con estos se pueden realizar corredores de vida, usarlos en la infraestructura rural y darle un fin en el día a día en las fincas. Se trata de resaltar la importancia de este vegetal tan maravilloso en todos sus aspectos: social, ambiental, ecológico, económico y cultural para que los ciudadanos entiendan el roll que desempeña en nuestro Paisaje Cultural Cafetero, para que los protejamos y los aprovechemos al máximo.
¿Qué especies de bambú se pueden conocer?
Algo muy importante es que en esta finca tengo la colección de bambú más grande de Colombia con 57 especies diferentes de bambusideaes procedentes de países de centro y suramérica; también de Asia y África. Esto es algo que sorprende a los visitantes del Paráiso del Bambú y la Guadua, ya que solo conocen un tipo de bambú. Aquí llegan y pueden ver variedades en tamaños, formas y colores diferentes, por lo que es importante que sepan que la única especie no solo es la guadua.
¿Cuál es la proyección de este sitio?
Yo he sido académica, pero también campesina, por lo que todo ese conocimiento que he adquirido durante tantos años de estudio e investigación quiero difundirlo y lo que pretendo es educar a través de mi pasión y experiencia de vida, por lo que mi proyección es que el mayor número de personas aprenda de la importancia de estos vegetales.
¿Por qué la pasión por estas plantas?
Esta pasión se la debo a mi infancia. Yo nací en Cali, Valle del Cauca, pero mi madre es de Montenegro y desde muy temprana edad ella me trajo a vivir a esta finca en donde pasé mi infancia y fue ese contacto tan temprano con el campo y la naturaleza el que ha hecho que se desarrolle ese amor por lo natural. Desde que era pequeña la guadua fue un material importante para hacer de todo, por ejemplo para hacer un juego que le llamábamos 'burro', la usábamos para los arcos de las velitas del 7 y 8 de diciembre, las cucharas para el arequipe y la paila eran de guadua. Desde muy temprano tuve la admiración por esta planta tan útil y que crecía tan rápido y tan bonita.
¿Cómo ha sido su trabajo investigativo con estas plantas?
Cuando estudié agronomía, hice mi tesis en el estudio fito-ecológico de los guaduales del Valle del Cauca y del Quindío y desde allí empecé un proceso de investigación en la parte de botánica taxonómica de los bambúes del neotrópico con énfasis en el género guadua. Como taxónoma he descrito aproximadamente 50 especies nuevas de bambúes americanos para la ciencia.
Dentro de este trabajo tengo un amigo taxónomo mexicano que me dedicó una especie del género otatea que estaba regristado solo para México y Honduras, no se había encontrado esta especie en ningún país de suramércia y en 1999 yo hallé una población de otatea en Norte de Santander. Ante esto, esta persona encontró el registro que había hecho en Colombia y le llamó la atención porque era el primero que se hacía para nuestro país y el sur del continente. Él me contactó y fuimos a conocer la planta para sus estudios de doctorado con la esperanza de que fuera una especie nueva, pero era la misma que se encontraba en su país. En agradecimiento él nombró una planta que descubrió tiempo después en su país como otatea ximenae y este tipo de planta la tengo en mi jardín. Es un lujo que pocas personas se pueden dar.