
Papito y Mamita aunque somos pequeños tenemos derecho a opinar y que los grandes nos escuchen cuando hablamos.
Por ser niños no nos pueden impedir participar en debates sobre temas de actualidad, cultura y sociedad y los adultos tienen el deber de tenernos en cuenta.
Los más grandes se creen superiores y con más poder, pero nosotros también tenemos opiniones y argumentos para expresarnos.
No solamente nos tienen que oír cuando estamos con nuestros papitos o en familia, también en reuniones y procesos administrativos y judiciales.
Somos tan válidos en el mundo para dar una opinión así como lo son los mayores.