Autor : Fabián Camilo Plaza

El 22 de noviembre del 2021 se realizó la entrega de la totalidad de las obras del proyecto.
El 4 de septiembre del 2020 se inauguró el Túnel de La Línea y se habilitaron 13.4 kilómetros de la doble calzada entre Bermellón y Las Américas —5 túneles y 4 puentes—. Un año y 2 meses y medio después, el 22 de noviembre de 2021, el Invías entregó el resto de las obras del Cruce de la Cordillera Central para un total de 31 puentes, 25 túneles y 3 intercambiadores viales en 30 kilómetros de doble calzada que conectan a los departamentos del Quindío y el Tolima.
Un año después de haberse puesto en funcionamiento este megaproyecto, según el Invías, por el corredor han transitado 2.500.000 vehículos. En promedio, diariamente, viajan por allí 8.500 vehículos.
“A través de este megaproyecto, el Invías ha logrado una disminución significativa de la accidentabilidad en el corredor. En el 2020, antes de la puesta en servicio de las obras del Cruce de la Cordillera Central, se registraron 24 accidentes que significaron 850 horas de cierre vial. En 2021 fueron 15 casos que implican 686 horas de cierre y en el presente año han ocurrido 14 accidentes, que representaron 58 horas de cierre”, se explicó desde el Invías.
“Con la obra, aumentó la velocidad promedio de operación vehicular de 15 km/h pasó a 60 km/h. A su vez, el tiempo de viaje se redujo de 3 horas a 50 minutos en el sentido Cajamarca-Calarcá y a 30 minutos en el sentido Calarcá-Cajamarca”.
El Invías aseguró que se produjo un ahorro de 792 horas al año en tiempos de cierre de vía que eran producidos por accidentes y derrumbes y una disminución de accidentabilidad del 58 % en cuanto a graves, presentados en el corredor durante el primer año de operación.
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El reto ahora es la educación
Uriel Orjuela Ospina, veedor del proyecto, sostuvo que, la puesta en marcha de la totalidad de las obras, ha significado una disminución de la accidentalidad y beneficios en la movilidad.
“En el historial de accidentalidad en ese corredor, lo primero que hay que decir es que sí se ha visto una disminución en más del 85 %, lo cual es benéfico para el proyecto”, indicó.
Según el veedor los esfuerzos deben doblarse en lo que respecta a la seguridad. “En el tema de accidentalidad la veeduría también intervino, pues recomendamos que allí debía hacerse un estudio de seguridad vial. Producto de ese estudio se tomaron decisiones adicionales en la demarcación y señalización, es una carretera que en comparación con el manual de seguridad vial del país supera la señalización requerida”.
Uriel Orjuela Ospina precisó que el reto ahora es hacerle frente a la educación vial de los conductores y los controles que realizan las autoridades al estado de los vehículos. “Hemos encontrado que la accidentalidad en ese corredor vial se da por exceso de velocidad, condiciones mecánicas, pérdida de frenos y microsueños”.