Autor : Gabriel Echeverri González

Clara Juliana Guerrero, entrevistada por Gabriel Echeverry.
Clara Juliana Guerrero, hace honor a su apellido y durante sus 37 años ha cosechado una serie de reconocimientos y condecoraciones gracias a su talento.
Extraordinaria deportista, campeona mundial de bolos nacida en Armenia el 22 de abril de 1982, sus padres el conocido ingeniero civil Diego Guerrero Castro, antiguo funcionario y profesor de la universidad del Quindío y de Clara Inés Londoño Londoño, un hermano Diego Fernando, también ingeniero civil.
Cursó sus estudios básicos hasta primero de bachillerato en el afamado colegio de las hermanas Capuchinas, La Sagrada Familia, y culminó esta etapa de formación en el colegio San Luis Rey en 1998; continúo estudios superiores en la reputada Eafit de Medellín , donde cursó tres semestres de administración de negocios y en Wichita University de Arkansas, Estados Unidos, donde obtuvo con honores el diploma en negocios internacionales en 2006.
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Tradición familiar
La práctica de bolos le viene en la sangre a la gran campeona: su abuelo Leonardo Guerrero Galvis fue uno de los fundadores del Club de Bolos del Quindío en unión del inolvidable Gilberto Chávez Escobar, Sair Martínez Rodas, Octavio Correa Vega, Henry Osorio y Javier Osorio, la época gloriosa del Club y de los Bolos, deporte que el abuelo jugaba y toda la familia, el entorno de la niña Clara Juliana que comenzó a los ocho años el ejercicio de su admirable tarea que Colombia aplaude.
Periplo de la mujer deportista
Con el apoyo total de sus padres que la acompañan, la rodean y la fortifican en su notable esfuerzo, desde los diez años entrena cinco o seis veces a la semana, entrenamiento que hace todos los días hasta la fecha; fruto de su esfuerzo descomunal, a los doce años de edad obtuvo su primer premio en el campeonato nacional juvenil de Medellín en 1994; en 1995 perteneció a la primera selección juvenil de Colombia sub 18 en el Panamericano Juvenil de Guayaquil, apenas con 13 años de edad; en 1997 hizo parte de la selección nacional de mayores en los Juegos Bolivarianos de Arequipa Perú y ese mismo año participó en los Juegos Panamericanos en República Dominica, con la selección de mayores de nuestro país.
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En esta etapa escolar contó con el apoyo del Colegio San Luis y del rector de la época el recordado Padre Uribe.
En 2007 contrajo matrimonio con su compañero de aulas en la universidad de Arkansas Joshua David Kubiak ciudadano checo nacionalizado en USA, igualmente jugador de Bolos.
De Colombia para el mundo
Su residencia en Estados Unidos y su inquebrantable capacidad de trabajo, la han convertido en una representante de su deporte en los confines de las naciones; a los diferentes certámenes de juegos nacionales, centroamericanos y panamericanos, siempre como figura de su país amado, se unen muchísimos torneos como los mundiales de Bolos que ha ganado en varias oportunidades, el campeonato mundial de mujeres de 2009, celebrado en las Vegas, campeona en todo evento —la suma de todas las modalidades— y la final de maestra, entre las mejores 16 del mundo. Ya en 2005 se había ganado en Florida el ranking mundial de maestras con las mejores 24 del mundo.
En 2014 campeona mundial copa mundo AMF en Polonia; en 2015 copa mundo AMF en las Vegas, uno de los más prestigiosos del tour; en 2017 juegos mundiales de Polonia, en donde gana la medalla de oro por parejas con Rocío Restrepo y medalla plata a título personal; en 2019, en el campeonato mundial de Bolos en las Vegas, Colombia fue campeona en equipos, por parejas medalla de bronce, en tríos medalla de plata.
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El Hall de la fama
Para quien a corta edad comenzó su gigantesca jornada de torneos y triunfos, que afianzó en 2006 con su residencia en los Estados Unidos, la más alta competición y su palmarés extraordinario, es apenas natural el consiguiente ingreso al hall de la fama en Arlington Texas en 2010, un premio a la tenacidad y al coraje personal.
Nada ha sido fácil. Lejos de su familia y con el apoyo total de su esposo, desde 2006 hasta 2014, se enfrentó contra hombres a lo largo del país del Tío Tom, con éxito, como lo ha hecho desde hace años representando con dignidad a Colombia y a su región.
Condecoraciones y reconocimientos
En 2009 el diario El Espectador la premió como la mujer del año, ese mismo año, el Congreso de Colombia le otorgó la Orden de la Democracia en el grado de Gran Caballero; ha recibido reconocimientos del departamento, la alcaldía de Armenia, las juntas de deportes, las ligas deportivas y de muchas más instituciones, nacionales e internacionales.
¡En el podio como campeona, cantar el himno nacional!
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El descomunal esfuerzo cotidiano que realiza alcanza su clímax emocional cuando recibe la medalla de campeona y en el podio más alto, escucha y canta con profunda emoción el himno nacional de Colombia; me lo confiesa rodeada del afecto de sus padres y abuelo, con la sonrisa deslumbrante de una vida cosechada de éxitos no exenta de los abrojos que sufren los grandes campeones mundiales.
World Bowling
En su ejercicio actual agrega a sus labores diarias la representación de los atletas en la Junta Mundial de Bolos, que se reúne en diferentes partes del mundo, asesora a la selección ecuatoriana de bolos y atiende a sus numerosos alumnos en Estados Unidos.
Clara Juliana Guerrero Londoño tiene el apoyo de Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano; patrocinada por Columbia 300, una marca internacional de bolos, ha contado con el importante aporte de su departamento, valiosa colaboración que seguramente continuará en la administración del doctor Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, de quién conocemos su interés personal y su capacidad de servicio.
Inteligente, sencilla y laboriosa al extremo, Clara Juliana es un ejemplo de consagración y disciplina constante; hija amantísima, vive minuto a minuto por su disciplina espartana y por dejar siempre en alto a su tierra amada, es la niña de sus padres pero viaja por el mundo con la solvencia intelectual de una atleta que exhala por sus poros humildad y compromiso, con un deporte que es muy buena imagen para el país, gracias a sus manos y a su dedicación vital.
A una edad en donde ha triunfado en todos los torneos, la brillante quindiana con alegría contagiosa y constancia abrumadora, comienza el día como si aún fuera la niña de ocho años; el sol brilla en la mañana y siento que la sonrisa de la campeona se confunde con sus triunfos, con su hermosa vocación que esconde una valiosa colombiana, a quién le rindo con inmenso afecto este homenaje que se confunde con el cariño de todos sus coterráneos. ¡Bravo Clara Juliana!