Viejas historias que deberían ser de descanso, no de trabajo

Al sol y al agua y pasando bregas, muchos de adultos mayores luchan para subsistir. 

En condiciones normales y justas, por todo lo que han hecho en la vida, por sus esfuerzos y sacrificios, por sus trabajos, por sus ejemplos y sus enseñanzas y por el simple hecho de servir como guías por la cantidad de experiencias acumuladas que tienen, los adultos mayores deberían disfrutar su vejez rodeados de sus seres queridos. 
Pero en Armenia, el departamento y el país son muchos los que superan los 70 años de edad y deben salir a las calles, asumiendo riesgos, a rebuscarse una moneda para poder sobrevivir, para cubrir los gastos diarios. Mientras en la cultura oriental los ancianos son venerados y consultados para tomar decisiones importantes, acá es normal verlos al sol y al agua o abandonados a su suerte. 
LA CRÓNICA dialogó con algunos de ellos, quienes a pesar de su avanzada edad y de sus complejidades de salud, salen a trabajar en la capital del Quindío.