Autor : Andrés Felipe Ramos Gámez
Para la congresista, el tema de violencia contra la mujer debe tomarse como si fuera una emergencia de incendio inmediata a raíz de los últimos hechos.
Carolina Giraldo Botero, presidente de la comisión de la mujer en el Congreso, analizó hechos de feminicidio que en 2024 van 2 en el Quindío y 30 en el país.
Urge que dentro de los planes de desarrollo de los departamentos y municipios se generen más acciones de peso, se tenga mayor inversión para la protección y ayuda a aquellas mujeres víctimas de la violencia.
Carolina Giraldo Botero, presidente de la comisión de la mujer en el Congreso de la República, fue una de las invitadas al debate de la asamblea departamental relacionado con los derechos de la mujer y condiciones de igualdad material, quien dio detalles acerca del panorama de la población femenina en Colombia, en especial la violencia.
“El tema de violencia de la mujer no solo está llamando la atención por los titulares tan escabrosos que tenemos sino que en realidad debe ser tomado como una emergencia, actuar inmediatamente como si se tratara de un incendio, lo que debe hacer la institucionalidad y sociedad actual es apagar esa conflagración de los feminicidios en el país”, fue el llamado de la congresista.
Reconoció que en lo que va del año se registraron 2 femenicidios en el Quindío, pero a nivel nacional ya son 30 mujeres que han muerto por este caso. Además se han dado intentos de feminicidios y violencia intrafamiliar.
“Yo soy de Risaralda y el Eje Cafetero, en materia de violencia sexual contra la población femenina, las estadísticas son altas. Son asuntos que se volvieron paisaje y creemos que no hay nada que hacer al respecto”, acotó Giraldo Botero.
Incluso en la región ya se relaciona más constantemente la herramienta como el machete con los actos violentos contra la población fémina: “Es el arma feminicida muy constante cuando ocurren asesinatos en la zona rural, lo digo porque es algo que tenemos tan cotidiano en nuestras fincas cafeteras. Ahora, es imposible erradicar el machete, la idea no es prohibirlo, es erradicar la violencia y se debe hacer un trabajo con el hombre del campo para desaparecer ese tipo de delitos”.
Agregó: “Entonces, ¿cuál es el llamado?, lo que estamos diciendo es que la institucionalidad tiene mucho por llevar a cabo en ese asunto, se necesitan políticas públicas para la reducción, eliminación de la violencia hacia las mujeres, es importante que quede incluido en los planes de desarrollo, para que la ruta de atención en los departamentos y municipios funcionen”.
También manifestó que es clave que se insista en campañas de cambio cultural: “Es que esto no es un asunto solo de mujeres, es una transformación de una cultura machista de años que influye sobre todo y lleva hacia la violencia contra las damas. Pero también implica unas limitaciones hacia los hombres, porque esa misma cultura machista ha hecho que en reiteradas oportunidades los varones sientan que no se pueden expresar y a veces por sentir que no pueden expresar sus emociones terminan siendo violentos incluso hacia las mujeres”.
¿Se le da la importancia?
Al ser indagada acerca de si dentro de los planes de desarrollo le dan la importancia que debe ser al tema de violencia contra la mujer, la congresista reveló que la idea es que todas estas hojas de ruta sean fuertes en el asunto.
“Desde la comisión de la mujer, y teniendo en cuenta que en el plan nacional de desarrollo crearon unos artículos muy claros sobre cómo tratar estas violencias machistas, la idea es que los departamentos y municipios en todo el país bajen esas metas para lograr esa articulación entre gobierno nacional con los regionales y locales”.
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Según la representante, de esa forma y mediante instituciones como el ministerio de La Igualdad se debe fortalecer no solo los planteamientos de los funcionarios públicos para atender este flagelo sino que cuenten con los programas de cambio cultural.
“Que además se logre unificar lo que cada entidad debe efectuar, es que muchas veces cada dependencia actúa por su lado y esto requiere bastante articulación interinstitucional. Si la Fiscalía trabaja sola, pero resulta que la mujer hizo la denuncia en la Comisaría de Familia y no se hace la ruta completa, pues no servirá de nada”.
Igualdad ante la ley
Sobre el tema salarial al hacer un comparativo entre lo que devenga un hombre y una mujer al efectuar el mismo cargo, señaló Giraldo Botero que en temas de equidad ante la ley hay avance.
Sin embargo, en el contexto real no es igual: “Una cosa es qué nos dice el papel que como congresista es lo que podemos hacer y por otro lado sabemos que aún hay desigualdad incluso en la paga entre ambos sexos”.
Aseguró en ese sentido, que en promedio en Colombia un hombre gana un 20 % más que una mujer por efectuar la misma tarea. “Es increíble porque si se trata del mismo trabajo entonces por qué no es el mismo salario, hay mucho por hacer incluso dentro del sector privado”.
Así mismo, contó que la violencia en materia política también la vive en carne propia: “Cuando fui concejal de Pereira me sentí atacada por un compañero, pero con el paso del tiempo y la insistencia acerca de la violencia, el machismo, el feminicidio y demás este colega se acercó y reconoció que estaba actuando mal, es una manera de empezar a cambiar ese pensamiento y la cultura machista”.
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