Autor : Andrés Felipe Ramos Gámez
La tuna la integran familias, desde la abuela hasta la nieta, quienes han evidenciado el amor por el arte.
Van 3 generaciones de artistas que esperan perdurar por siempre en la memoria de los calarqueños.
El próximo 19 de junio, la Asociación Tuna La Calle de Calarcá cumplirá 50 años de vida artística. Cinco décadas de supervivencia artística y cultural, de superación, pero, sobre todo, de creer en la forma de impulsar los valores musicales, a través de la constancia, dedicación y respeto por parte de todos los integrantes.
Un grupo que, según sus estatutos, tiene por objetivo dejar un legado, una huella que perdure en la memoria de los habitantes de la ‘Villa del Cacique’. La asociación cuenta con diferentes formatos musicales: la tuna como el grupo insignia, la estudiantina de música instrumental, la rondalla de voces y cuerdas de música andina colombiana y un selecto grupo de artistas -solistas, duetos, tríos- además de otros formatos vocales e instrumentales.
Carlos Enrique Cañón Ruiz es director musical de la tuna, hace parte del grupo desde hace 49 años. Hoy es el encargado de los arreglos musicales, pero también está al tanto de los ensayos y de los procesos de montaje de cada una de las canciones.
¿Cuál es el secreto de la Asociación Tuna La Calle para llegar a 50 años?
Creo que ha sido por un objetivo muy claro que nos hemos trazado y es dejar en Calarcá a un grupo que no muera, no hacemos esto por dinero, somos como un equipo de fútbol amateur donde nos reunimos unos amigos. Varias familias se han encargado de sostener la tuna y la queremos mucho.
Cada 8 días sagradamente nos reunimos en alguna de las casas de uno de los integrantes de la tuna, disfrutamos al máximo ver la primera, la segunda y la tercera generación compartiendo un rato, somos más o menos 26 personas repasando las canciones, que hemos entonado y recopilado, más de 150.
¿Cómo nació Tuna La Calle?
Nosotros veníamos de una academia de música de Calarcá llamada Jerónimo Velasco, estábamos muy niños para ese tiempo y ya no nos acomodábamos a las condiciones de la academia por lo que nos independizamos. La madrina de Sara Rivera, una de nuestras compañeras, dio la idea de por qué no conformábamos una tuna, el maestro Fabio Botero, al que le agradecemos todas sus bases, nos enseñó qué era una tuna, por qué el uso de las capas y otros aspectos. Comenzamos a conocer esos discos que Botero tenía de los bocheros y ritmos de tuna de España y nos comenzó a gustar.
Sara Rivera empezó a reunir a otras personas en Calarcá para fortalecer el grupo, tuvimos entonces la primera reunión el 19 de junio de 1973 y la segunda un día después, nos integramos unas 60 personas, éramos muy niños por lo que no había actas de constitución de la tuna, pero 2 años después se creó por constitución jurídica.
¿Cómo ha sido el reto de perdurar generación a generación?
Como nosotros ensayábamos en cada una de las casas de los integrantes, pues los niños desde pequeños se acostumbraron a oír a toda hora cantar, tocar instrumentos y ellos entraron en este mundo, les agradó bastante. Si uno ve hoy en día la tuna son los jóvenes y los universitarios los que más la aprecian, sin duda estamos diseñados para tenerla viva otros 50 años más, como mínimo.
Lea también: Los detalles de Los Diplomas, lo nuevo de Versión Libre Teatro en homenaje a Andrés Caicedo
¿Cuál es el repertorio?
Transmitimos canciones románticas, llenas de amor, que ya no se ven tanto, son letras de años que las hemos podido acomodar a las facetas de tuna. Es que la tuna tiene una característica musical y es que son 4 los ritmos que nosotros hacemos que son vals, ballón, pasodobles y porros.
Cuando vamos a tocar música colombiana tenemos la estudiantina, hemos hecho investigaciones sobre música de Calarcá y la región para dar a conocer esas melodías que pocos conocían.
Por lo general, ¿dónde se presentan?
A través del tiempo, muchas familias del Quindío y del Eje Cafetero nos conocen y nos contratan, nosotros recibimos personas que vienen del exterior, nos presentamos en la fiesta de la niña que cumplió 15 años, la que contraerá matrimonio, al señor que festejan 50 o 60 años, cada año tenemos un promedio de 25 actuaciones privadas en muchas partes.
A punta de serenatas construimos una casa de la tuna, la tenemos alquilada a una iglesia, amigos importantes para nosotros, ellos nos dan el 20 % del presupuesto que requerimos en el año, lo demás lo conseguimos nosotros con las serenatas.
¿Qué tienen programado para conmemorar los 50 años de existencia?
Para el 19 de junio, que es nuestro día de nacimiento, queremos presentarnos en la casa de la cultura Lucelly García de Montoya, estamos llegando a un acuerdo con funcionarios de la subsecretaría de Cultura de la administración municipal de Calarcá.
Sin embargo, 2 días antes de esa fecha, queremos reunirnos los casi 70 integrantes que han pasado por la tuna, tener un encuentro; así mismo, pensamos llevar a cabo una tertulia, mostrar lo que somos desde la estudiantina, los duetos, los tríos, exhibir todos los procesos de investigación que hemos desarrollado.
