Autor : María Angélica Molina Martínez
El acto religioso tuvo inicio a las 6 p. m., con partida y llegada en la catedral Inmaculada Concepción. Encabezó el obispo de Armenia.
La procesión de la Soledad en el 2023 tuvo como novedad, respecto a años anteriores, que la virgen María encabezó la procesión. Tras ella, el obispo de Armenia, monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, miembros del clero y autoridades locales y regionales. Como en años anteriores, este año la procesión partió desde la catedral Inmaculada Concepción, recorrió la calle 21 hasta la carrera 15, avanzó hasta la calle 12 y luego tomó la carrera 13 hasta llegar nuevamente a la basílica local.
En sus palabras, el obispo de Armenia llamó la atención sobre los hombres que han despreciado a la mujer, los feminicidas: “Hombres desalmados que no valoran ni respetan la maternidad, la feminidad”. El religioso, además, pidió por los abuelos: “Con su sabiduría, ellos nos enseñan a construir un mundo nuevo. Cómo nos encantaría hoy poder unir la sabiduría de los mayores con la creatividad de los jóvenes, gran desafío poder superar las brechas generacionales que tanto mal hacen a la sociedad”.
En el inicio de la solemne procesión, monseñor Quintero Gómez le pidió a la virgen María por el departamento del Quindío, para que sus dirigentes obren con solidaridad y sabiduría y por el bienestar de los gobernados.
La procesión acompaña a la virgen María en su dolor por la crucifixión de su hijo.
La procesión
El historiador Luis Fernando Ramírez Echeverry, que perteneció, a la junta de la Procesión de la Soledad, afirmó que la procesión nació como tal en los años 30 cuando era una conmemoración de poca participación. Ramírez Echeverry recordó que la señora Inés Echeverry Gutiérrez se dirigió al párroco de aquel entonces y le pidió que la dejara constituir una junta organizadora, pues ella era devota a la virgen y deseaba enaltecer el solemne acto.
Fue así como la cívica señora reunió en su casa un grupo de personas y les propuso que organizaran la procesión con una mayor participación. Fueron varias las reuniones en la casa parroquial y en la casa de la devota señora. “Como resultado de la discusión, acordaron institucionalizar la procesión cada Sábado Santo, a las seis de la tarde; así mismo, establecieron que saldría de la plaza Bolívar, transitaría por la carrera 13 para regresar en la plaza Bolívar. Crearon también una orden, la de los cargueros, y se estableció que se heredaría de padre a hijo la tradición de cargar la virgen. Así, poco a poco, se fue consolidando la procesión” resumió el historiador.
Luis Fernando recordó que al final del solemne acto tiene lugar el Sermón de la Soledad, que “en ocasiones lo daba al párroco de la catedral y en otras el obispo diocesano”. Según Ramírez Echeverry, se incluyó la participación de algunos de los mejores oradores sacros que se distinguían en el concierto regional: “tuvimos al padre ‘Pacho’ Londoño, Francisco López Lotero, Augusto Trujillo Arango, que fue arzobispo de Colombia, entre otros”.
El alcalde de Armenia, José Manuel Ríos Morales; su esposa, Martha Yaneth González; el secretario Privado Departamental, Jorge Hernán Zapata Botero; y la coronel Alba Patricia Lancheros Silva, comandante de la Policía en el Quindío.
