Autor : Alejandro Castillo
Cifras entregadas en la medición del Departamento Administrativo Nacional de Estadística correspondiente al periodo entre enero y septiembre.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, dio a conocer las cifras de Índice de Precios al Consumidor, IPC, y en lo relacionado con el periodo del año corrido —enero a septiembre de 2021—, uno de los análisis que se hace desde el Observatorio Económico y Social de Armenia, es que la ciudad, con 5.71%, fue la quinta del país con la variación más alta.
Juan Carlos Vásquez Sora, coordinador del observatorio, manifestó que las capitales que superaron a Armenia fueron Popayán, Santa Marta, Cúcuta y Barranquilla.
Así mismo, dijo que en cuanto a la cifra del año acumulado —septiembre de 2020 y el mismo mes de 2021—, que da una idea de cuál será la inflación final de este año para la ‘Ciudad Milagro, va en 6.46 %. “Es un porcentaje muy alto y el problema con esto es que si supera el crecimiento económico, que se espera que sea considerable este año, simplemente la inflación va a devorar ese crecimiento y, en términos netos, no se estaría haciendo nada”.
En cuanto a solo los datos para el mes de septiembre, Vásquez Sora aseguró que identifican 2 componentes, uno producido por un choque de demanda, que básicamente para este mes repercute en recreación y cultura, que fue el rubro que más aumentó —1.35 %—, bebidas alcohólicas y tabaco con 0.89 % y prendas de vestir con 0.70 %.
“El bajo nivel de contagios, en una buena dinámica frente a la pandemia que se ha registrado a nivel nacional y en el Quindío, ha hecho que los consumidores estén más confiados y salgan más a disfrutar de eventos culturales y de los bares”, dijo.
Señaló que el otro componente es un choque de oferta. “Ahí incluimos las prendas de vestir; muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar, que tuvo una variación de 0.62 %, y el transporte con 0.47 %”.
Agregó: “Lo que pasa aquí es que las cadenas de suministro a nivel mundial tienen unos problemas considerables, por lo que las importaciones no están fluyendo de manera normal al país, menos las que llegan por Buenaventura, debido a dificultades en las redes logísticas mundiales, que registran aumentos del 600 % en fletes y una escasez de contenedores, lo que está haciendo que lo que ingresa al país lo haga a unos precios muy elevados”.
Apuntó que entre estos 2 choques el menos letal es el de demanda, porque se controla solo, “si la presión de la demanda disminuye, los precios se regulan. Pero no pasa lo mismo con el choque de oferta, porque debido a que obedece más a una estructura productiva de insumos, se prolonga más en el tiempo y afecta a las clases menos favorecidas”.
De acuerdo con el economista, para Armenia sucede algo interesante y es que el paro demostró que la ciudad es un paso logístico, pero no tiene capacidad de almacenamiento, por lo que la transición de los choques de la oferta se da más rápido. “La mercancía que queda en la ciudad es casi que, a la necesidad del día, por lo que cualquier choque en la oferta, de inmediato se transmite al consumidor en el aumento de precios, lo que no sucede en otras ciudades, que, al tener mercancía acumulada, se vende teniendo como base el precio al que ingresó, por lo que no se registra el aumento de precios durante un periodo más prolongado”.
Subrayó que estos choques de oferta van muy de la mano con los procesos de devaluación del peso colombiano, porque hay componentes importados muy importantes para la producción nacional, “por ejemplo, en la canasta básica de consumo, en promedio, el 20 % de componentes de los productos son importados y de esta manera, cada vez que hay devaluación o se afecta la tasa de cambio, le rebota a esos insumos, lo que termina transmitiéndose a los precios para el consumidor, lo que impacta la inflación”.
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Precios de alimentos repercuten en restaurantes y hoteles
De acuerdo con el Dane, en la variación anual —septiembre de 2020 a septiembre de 2021—, los bienes y servicios con las mayores variaciones en Armenia fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas con 14.27%, Educación con 12.68 % y restaurantes y hoteles con 9.39 %.
En cuanto a la relación del primer rubro y el tercero, Vásquez Sora señaló que los restaurantes están recibiendo 2 clases de choques, uno es el de la demanda, porque la gente está saliendo más y consumiendo más en estos establecimientos y tras una afectación muy grande por la pandemia y el paro, el surgimiento de la demanda lleva al incremento de precios para tratar de obtener recuperación.
“Pero restaurantes bares y alojamientos, también se ven afectados por el choque de la oferta, porque, por ejemplo, las proteínas animales, sean cerdo, pollo, res o huevos, han elevado los precios, debido a que son industrias que dependen de insumos importados que se han encarecido considerablemente por razones como la devaluación del peso y a los problemas logísticos que se han mencionado antes.
Por su parte, en una entrevista realizada en días pasados, Estefanía Diazgranados Gallo, directora ejecutiva de Acodrés Quindío, reconoció la dificultad que han tenido los restauranteros con los precios de los alimentos.
“Cuando hoy vamos al supermercado, con el mismo presupuesto que mercábamos hace 3 meses no mercamos hoy, lo que es una realidad que se vive en los hogares y esto mismo pasa en nuestro sector. Seguimos con muchas limitaciones, aún tenemos coletazos del paro y de la pandemia, por ejemplo, muchas personas van a los restaurantes y los ven llenos, por lo que piensan que estamos muy bien, pero la realidad es que estamos con capacidad de aforo limitada y aun así puede que los establecimientos se llenen, pero los fines de semana, por lo que no podemos decir que el sector está a salvo”, aseguró Diazgranados Gallo.
En hoteles las tarifas de alojamiento no han variado
Eduardo Mejía Jaramillo, director ejecutivo de Cotelco Quindío, dijo que las cifras del Dane, en cuanto a la inflación en el rubro de hoteles, se explican en lo relacionado con alimentos y bebidas.
“Los insumos han subido demasiado de precio, recordemos que tuvimos un impacto muy grande por el paro nacional, que llevó a que los bienes e insumos se encarecieran. Además, Hay que decir que en lo relacionado con tarifas de alojamiento no se han hecho modificaciones —al alza— desde el año pasado en ninguno de nuestros hoteles, por el contrario, algunos de los establecimientos han bajado los precios con el objetivo de atraer más turistas”.
Aun así, reconoció que, al hacer el cobro total, estas alzas en los servicios adicionales de bebidas y alimentos, se verán reflejadas en la facturación general que se le hace al cliente.
Preocupación por precios de las carnes
Por su parte, Diana Patricia López Echeverri, directora ejecutiva de Fenalco Quindío, coincidió en que hay preocupación por los precios de la carne, resaltando que, por ejemplo, en septiembre, la de res tuvo una inflación del 24.7 %, mientras que el pollo, de 23.77 %.
“Esperamos que sea coyuntural y que esta situación de aumento de costos se resuelva, aunque consideramos que aparte del sector de alimentos, el IPC se mantiene bajo ciertos parámetros, aunque si es una ‘piedra en el zapato’, por lo que sería una sorpresa muy desagradable que el Banco de la República subiera las tasas de interés intentando atajar la inflación”, apuntó.
