Autor : Natalia Trujillo Varela
Mónica Alejandra Buitrago Ceballos fue asesinada el pasado viernes 26 de enero con un cuchillo y murió luego de recibir 6 heridas en diferentes partes de su cuerpo.
El juez segundo promiscuo municipal de Quimbaya dictó medida de aseguramiento carcelaria contra Albeiro Antonio Rivera Lara de 51 años, imputado por feminicidio agravado en hechos presentados el pasado fin de semana en la vereda Once Casas.
En el juzgado segundo promiscuo municipal de Quimbaya, el pasado sábado 27 de enero a las 3:11 p. m., se realizó la audiencia virtual por el delito de feminicidio agravado ante un juez de control de garantías, donde se llevó a cabo la legalización de captura en flagrancia, imputación de cargos y medida de aseguramiento.
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“Yo no quería hacerlo”
El viernes 26 de enero aproximadamente a las 5:40 p. m., en la finca La Alameda, en la vereda Once Casas ubicada en el corregimiento de Pueblo Tapao de Montenegro, fue capturado Albeiro Antonio Rivera Lara de 51 años, señalado de cometer el homicidio de Mónica Alejandra Buitrago Ceballos de 36 años.
Según el relato de la fiscal, la Policía fue avisada por un hombre que se identificó como el cuñado de la víctima. La alerta se generó luego de que Mónica Alejandra no llegara a la hora acostumbrada a la casa, por lo que fue a buscarla. Al llegar a la zona, en donde se encontraría recolectando café, fue hallada sin vida y al lado del presunto victimario, que estaba herido y con un arma blanca en cada mano (cuchillo y destornillador). De inmediato llamó a la Policía.
“Yo no quería hacerlo, yo no quería hacerlo, ayúdenme”, las palabras que pronunció Albeiro Antonio Rivera Lara, tras ser encontrado por la Policía en la fatal escena, en donde estaba herido y con las armas por lo que fue capturado en situación de flagrancia y puesto en conocimiento de sus derechos, pero como se encontraba herido, de inmediato fue remitido al hospital local para ser atendido y valorado por personal médico.
Mientras el presunto feminicida fue levantado para ser trasladado a recibir atención médica, los agentes evidenciaron que de uno de sus bolsillos cayó un celular de color azul metalizado que serviría de prueba en la investigación que adelanta la Fiscalía. Entre los testimonios recolectados se encontró el del hombre y cuñado de la víctima quien fue el que alertó a los uniformados del hallazgo de los dos cuerpos tendidos e indicó que entre Mónica Alejandra Buitrago Ceballos y el señor Albeiro Antonio Rivera Lara existía una relación sentimental.
La madre de Mónica Alejandra contó a la Fiscalía que el señor Rivera Lara pretendía a su hija desde hacía tiempo y quería tener una relación con ella, pero esta no quería aceptar porque tenía una hija de 6 años y prevenida de que vivió situaciones difíciles con el padre de la menor no quería verse involucrada nuevamente en situaciones de la misma índole. Sin embargo, el señor Albeiro Antonio, en múltiples ocasiones las invitó a almorzar los sábados que ellas iban a hacer el mercado, también las invitaba a salir al pueblo y siempre dejando entrever sus pretensiones amorosas hacia Mónica Alejandra. La madre de la víctima negó que anteriormente existiera algún tipo de amenaza por parte de Rivera Lara hacia su hija pues indicó que su hija era muy reservada con su vida personal.
Una amiga de la víctima también entregó su testimonio e indicó que le tenía alquilada una habitación al señor Albeiro Antonio hacía 5 meses, desde agosto de 2023, pero que el señor se iba y regresaba por temporadas, también confirmó que entre Mónica Alejandra y Albeiro Antonio existía una relación y solían intercambiar mensajes constantemente por una red social y que, además, los veía conversar, sin embargo, no quiso concretar si entre la occisa y el investigado había una relación amorosa y desconoce si la víctima anteriormente había sido amenazada por Rivera Lara u otra persona.
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Heridas mortales
De acuerdo con el acta de inspección técnica a cadáver, se pudo establecer que en su cuerpo presentaba dos heridas abiertas en una de sus mejillas y en el mentón, una herida abierta en la región de fosa nasal y yugular, una herida abierta en la región anterior del tórax, otra en uno de sus hombros, una en miembro superior derecho en la palma derecha y varias heridas en miembro superior izquierdo. La inspección técnica al cadáver indicó que las heridas fueron ocasionadas con un cuchillo.
Albeiro Antonio Rivera Lara, que también tenía heridas en su cuerpo cuando fue encontrado, fue remitido hacia el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y el informe pericial arrojó que presentó una herida lateral en la parte izquierda del cuello de 2 cm aproximadamente y también una herida en la región anterior del tórax.
Después del reporte entregado por la Fiscalía, el ente de control solicitó al señor juez que se impartiera control de legalidad a la captura en flagrancia de Rivera Lara ya que fue encontrada en una de sus manos el arma con la que cegó la vida de Buitrago Ceballos y al lado del cuerpo de la mujer y teniendo en cuenta su confesión a los policías al momento en que fue hallado.
El crimen finalmente fue tipificado por la Fiscalía como feminicidio agravado ya que se cometió con sevicia, un agravante que se concibió luego de que la autoridad forense determinara que Buitrago Ceballos tenía 6 heridas en diferentes partes del cuerpo y la mujer no tenía ningún arma, al parecer, Rivera Lara con un cuchillo le ocasionó las heridas a la mujer en estado de indefensión, por lo que por el delito imputado podría enfrentarse a una pena de 250 a 500 meses. Luego de la intervención de la fiscal, el hombre acusado no aceptó los cargos.
La fiscal del caso solicitó al juez la medida cautelar de aseguramiento preventivo en establecimiento carcelario al señor Albeiro Antonio Rivera Lara que, aunque no presentaba anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio, ya que representaba un peligro para la sociedad y especialmente para las mujeres.
El juez recopiló los argumentos dados por ambas partes y expresó que la imputación del caso se hizo por el delito de feminicidio agravado y así quedó aceptado y legalizado para el tratamiento del caso. “Los elementos probatorios a los que hizo referencia la señora fiscal, permiten establecer inferencia razonable de autoría en relación a los hechos ocurridos para el imputado ya está determinada”.
Agregó que el investigado representa un peligro para la sociedad porque segó la vida de una persona, independientemente de las razones que tuvo para hacerlo, actuó con ira y no racionalmente, por lo cual dispuso la medida de reclusión en centro carcelario.
