Autor : Natalia Trujillo Varela
Por las marcas encontradas en los cadáveres se presume que el responsable es un oso andino.
Hicieron un llamado a las autoridades para defender su actividad ganadera sin afectar la vida de los depredadores silvestres.
El pasado sábado 8 de junio, en la Biblioteca Municipal de Génova, se realizó una reunión convocada por los campesinos del municipio, con la presencia de autoridades locales, departamentales y ambientales. El objetivo fue buscar soluciones que permitan la conservación del oso andino y, al mismo tiempo, garantizar la actividad ganadera sin generar más pérdidas económicas.
Preocupación de los Campesinos
Los campesinos de Génova expresaron su preocupación por los recientes ataques al ganado en fincas ubicadas en la parte alta de la montaña. Con evidencia fotográfica y en video, afirman que la presencia del oso de anteojos cerca de sus predios es la causa de estos ataques.
Aseguran que la problemática se agravó en abril, cuando se empezaron a encontrar semovientes desaparecidos y luego hallados mutilados, con signos de que el depredador se había alimentado de las vísceras y dejado el resto del cadáver.
Intervención de la CRQ
El subdirector de Gestión Ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, Édgar Ancízar García, indicó que la corporación está recopilando información sobre los ataques en la zona alta del municipio. “Hay certeza de la presencia del oso en este sector por las marcas encontradas en los semovientes. Reconocemos el conflicto con estas especies y debemos abordarlo institucionalmente”, afirmó García.
La CRQ planea convocar a diversas instituciones para generar soluciones y establecer un cronograma de actividades para las comunidades afectadas. La CRQ ha instalado siete cámaras trampa en Génova y Pijao, en veredas como Río Gris, Pedregales, Ucumural y La Palmera. Entre 2022 y 2023, se han reportado 104 ataques por oso andino, 4 por pumas y 7 por yaguarundí.
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Testimonios de la Comunidad
La comunidad de Génova expresó su intención de conservar la vida de los animales silvestres, pero también exigió apoyo y soluciones por parte de las autoridades. Entre las estrategias utilizadas por los campesinos para ahuyentar al oso se incluyen la instalación de espantapájaros, tacos de pólvora y artefactos sonoros.
Alejandro Torres Jurado, joven campesino de la finca El Paraíso, explicó que desde el año 2020 el oso andino ha atacado cerca de nueve cabezas de ganado. “Este año el oso nos ha atacado dos veces. Nuestra estrategia ha sido quemar tacos de pólvora para ahuyentarlo, siempre buscando la conservación de la especie”, comentó Torres Jurado.
Jorge Hernán López, de la Fundación Las Mellizas, mencionó que la identificación precisa de los ataques es complicada. “Confirmar si es un ataque de oso o puma es difícil, pero las heridas pueden indicar la presencia de un depredador silvestre”, explicó López.
Intervención del alcalde
El alcalde de Génova, Diego Fernando Sicua Galvis, resaltó la falta de comunicación entre la agremiación ganadera y la administración municipal. “Nosotros como administración municipal representamos a los campesinos y estamos comprometidos en buscar soluciones. La información es real, pero debe ser presentada de manera adecuada: han habido 24 ataques en cuatro años, no solo en los primeros meses de este año”, aclaró Sicua Galvis.
Propuestas y soluciones
La comunidad campesina está decidida a conservar el hábitat y la vida de los depredadores, pero exige soluciones concretas para no afectar su economía. Entre las propuestas se encuentran la creación de un comité interinstitucional, la gestión de un posible seguro campesino y la documentación precisa de los casos.
Se propuso también la vinculación al Pago por Servicios Ambientales (PSA), un incentivo económico por la preservación y restauración de ecosistemas. Los campesinos evalúan acceder a otras formas de PSA y a proyectos de ganadería sostenible, así como la posibilidad de migrar a otras actividades económicas, como el turismo de avistamiento.
