Autor : Lorena Zapata López
Esta celebración decembrina, como es típico, es un importante dinamizador del turismo para el departamento.
Como cada año es tradición, Quimbaya vuelve a protagonizar uno de los lugares emblemáticos más visitados en el país cuando se trata de disfrutar del ‘Festival de Velas y Faroles’, que históricamente se ha destacado por exhibir un alumbrado de calidad y en el que se pueden encontrar variedad de creaciones artesanales que iluminan el ‘Municipio Cívico’ en honor a la Virgen de La Inmaculada Concepción de María.
Esta gran exposición que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial del departamento del Quindío, este año contó con la muestra de cerca de 14.000 faroles que adornaron la localidad y resaltaron la dedicación y el esfuerzo de los habitantes de la ‘Tierra luz de Colombia’.
la gente opinó
Margarita Olaya Restrepo, habitante del municipio, manifestó: “Este es un evento que cada año esperamos los quimbayunos; sin embargo, vemos cómo cada año ha venido decayendo un poco y no es lo que era antes. Los faroles siguen siendo bellos y muy bien elaborados, pero ya no ponen la cantidad de antes ni contamos con tantos visitantes como en el pasado”.
Sobre el festival, el turista Diego Fernando Cobo Neira, afirmó: “Es la segunda vez que vengo y no hay punto de comparación con el año en que lo conocí. Este es un evento que siempre me ha llamado la atención; sin embargo, la decoración es bonita y es un bello atractivo ver las cuadras enteras iluminadas con faroles en donde se ve el talento y empeño de las personas”.
Alejandra Rodríguez manifestó: “Es la primera vez que vengo a Quimbaya y tenía muchas expectativas porque siempre me habían dicho que era muy bonito; también me decían que no se podía caminar, pero me pareció transitable y muy agradable el pueblo. La parte negativa es que llovió un poco y los faroles se apagaron. Lo positivo es que se dinamiza el comercio; vi que vendían artesanías muy innovadoras relativas al alumbrado”.
Muestras donde convergen la inventiva, la dedicación, la colaboración y la entrega espiritual.
Las luminosas calles representan el amor de los habitantes por esta tradición distintiva del municipio.
La iluminación de aceras y balcones es un ritual en el que la luz es símbolo de la conexión y la devoción de los habitantes.
En la diversidad que se encuentra en esta significativa ceremonia, la Virgen María es el eje central.
En la diversidad que se encuentra en esta significativa ceremonia, la Virgen María es el eje central.
Uno de los mayores énfasis de los faroles son las concernientes a la festividad decembrina: pesebres, árboles y decoraciones navideñas fueron fundamentales para embellecer las calles del pueblo.
