Autor : Roberto Restrepo Ramírez, director del Museo Casa de los Abuelos.
Gustavo Varón.
Filandia, su tierra natal, Circasia, donde se velan sus restos mortales y Salento, donde reposarán para siempre, fueron los municipios que llevó en su corazón.
Imposible olvidar la figura preciosa de Gustavo Varón, en las calles de nuestro pueblo Filandia. El arte y la cultura han perdido a uno de sus personajes, constituido él en todo un símbolo, porque mantuvo el vigor de la música de los confines americanos. Era cordial, carismático y de porte llamativo. Pero será en especial su voz la que dejará la marca indeleble de una vida dedicada a la gesta de los grandes intérpretes. Porque, escuchándolo, evocábamos a los famosos cantantes del repertorio de varios países. Cuando don Gustavo alzaba su entonación profunda, que retumbaba en los espacios donde cantaba, venían a nuestra presencia, otra vez, los ídolos americanos del tango, los colombianos del bolero y los baladistas de la región del Eje Cafetero. Los encarnó admirablemente en su atractiva indumentaria y, sobre todo, en la emulación de sus voces, que lograba con mucho profesionalismo.
Su tono imponente y la maravillosa presentación artística - que demostraba su empeño en crecer más y más - nos invadía de mucha alegría, y también de nostalgia.
En este día, en el cual despedimos a Gustavo Varón, la comunidad de Filandia desea enviarles a sus familiares nuestros sentimientos de solidaridad.
Todos los que tuvimos la oportunidad de presenciar su repertorio en la plaza del terruño que lo vio nacer - o en los eventos sociales de otros municipios del Quindío - consideraremos su voz como uno de nuestros símbolos sonoros. Eso hará más duradera su remembranza. Será para siempre, solo equiparable a las melodías que nos acompañan desde la niñez o a las canciones que nos llevan con sentimiento hasta los últimos días de nuestra existencia.
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Despidiéndolo hoy, que esta sea la ocasión de enaltecer la cultura popular, el arte musical y el estímulo hacia nuestros cantantes.
Filandia, su tierra natal, Circasia, donde se velan sus restos mortales y Salento, donde reposarán para siempre, fueron los municipios que llevó en su corazón.
Deseamos profundamente que los tres pueblos que él tanto quiso lo tengan para siempre en sus registros de la memoria. Y que sus alcaldes y directores de Casas de la Cultura enaltezcan, en su honor, la música de sus intérpretes, los que todavía cantan y rasgan las cuerdas de sus tiples y guitarras en las calles y plazas. Que, en recuerdo de don Gustavo, exista un mayor apoyo para ellos.
Será un homenaje colectivo a la música.
Con el cariño de todos los filandeños, entregamos este manifiesto a su familia.
Filandia agradecida con uno de sus hijos, que ya descansa en la eternidad.
Circasia, marzo 18 de 2024.
