Autor : Alberto Gómez Mejía / Especial para NUEVA CRÓNICA QUINDÍO
Foto : Fotografías de Alejandro Grajales Birding & Herping
Colaboración especial del Jardín Botánico del Quindío para NUEVA CRÓNICA.
A los tucanes se les dice ranfástidos porque pertenecen a la familia Ramphastidae, presente únicamente en América, en el Neotrópico, es decir, entre el sur de México y el norte de Argentina, una de las regiones más biodiversas del planeta, la que tiene mayor cantidad especies de organismos biológicos.
En 1785 un zoólogo nacido en Irlanda, Nicholas Aylward Vigors, le asignó ese nombre a esta familia, para lo cual usó la palabra griega ramphastos, ‘picudo’, derivada a su vez de ramphos, ‘pico’ y astes, ‘poseedor’. Ese formidable pico es precisamente el distintivo más característico de los tucanes. Son en total 42 especies en esta familia, la mitad de las cuales se dan en Colombia y cuatro en el Quindío, ¡lo que equivale al 10% de todo el planeta!
Una de las especies de este bello grupo de aves es el tucán celeste, que habita principalmente en la región andina colombiana y en algunos territorios de Venezuela, Ecuador y Perú, entre los 1.600 y los 3.200 de altitud, en los estratos más altos de los bosques. Dicen los expertos que el pico de la hembra es más corto que el del macho.
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El nombre científico de esta ave es Andigena nigrirostris, bautizado así en 1839 por George Robert Waterhouse, un naturalista inglés, cuyos trabajos más notables fueron curiosamente en geología, mineralogía, entomología (insectos) y mastozoología (mamíferos). El género Andigena había sido concebido en 1851 por el también inglés John Gould, un formidable hombre de ciencia, quien lo denominó así al unir la palabra latina andium, que significa ‘andino’ y la griega gennáo, ‘nacer’, que equivale a ‘nacido en los Andes’. El epíteto específico nigrirostris, está conformado por dos vocablos latinos: niger, que traduce ‘negro’, y rostris, derivado a su vez de rostrum, que es ‘pico’, ‘hocico’ o ‘cara’, es decir, en este caso, ‘con el pico negro’. En inglés esta ave esplendorosa se le denomina Black-billed Mountain-Toucan, que traduce ‘tucán montañés de pico negro’.
Dentro del género Andigena hay cuatro especies, exclusivas de Suramérica. A su turno, de la especie tucán celeste los científicos han identificado tres subespecies, que se dan todas en Colombia: Andigena nigrirostris occidentalis, Andigena nigrirostris spilorhynchus y Andigena nigrirostris nigrirostris. Al parecer, según los mapas de distribución, la primera de ellas es la que ocurre en el Quindío; fue identificada en 1915 por Frank Michler Chapman, un ornitólogo estadounidense, quien fue pionero en la elaboración de guías de campo y autor en 1933 de un libro célebre ‘Autobiografía de un amante de las aves’. El holotipo de esta subespecie de tucán, es decir el ejemplar sobre el que hizo la descripción, fue recolectado en la vereda Santo Antonio, en el municipio de Santander de Quilichao, en el norte del departamento del Cauca.
Los tucanes en la vida silvestre pueden alcanzar la edad de 20 años.
