Autor : Alberto Gómez Mejía
Colaboración especial del Jardín Botánico del Quindío para NUEVA CRÓNICA QUINDÍO. Foto : Hernán Vanegas Pastrana
Hay mariposas asombrosas. Esta es una de ellas. Cuando está defendiendo su territorio produce un sonido similar a un tableteo menudo. Según Monje-Nájera et al, citado por Wikipedia, “experimentos y microscopía electrónica de barrido sugieren que ambos sexos emiten sonido y que el aparato de sonido, ubicado en las alas anteriores, es de percusión, no de raspado. Al final del ciclo de giro del ala hacia arriba, venas especializadas colisionan a una velocidad aproximada de 1420 mm/s, produciendo el sonido”. Este “canto” siempre genera admiración entre los visitantes al Jardín Botánico del Quindío, donde pueden apreciarse estas mariposas y oírlas eventualmente. Hay otras mariposas de los géneros Heliconius y Danaus que también lo hacen.
El género Hamadryas fue publicado en 1806 por el entomólogo alemán Jacob Hübner. Su trabajo ‘Colección de mariposas exóticas’ contiene 12 ilustraciones de lepidópteros con el título “Hamadryades A. Decorae” y la imagen número 45 parece ser la mariposa rechinadora gris. La palabra Hamadryades proviene de los vocablos griegos ἅμα, háma, que significa ‘juntos’ y δρυάς, dryás ‘árbol’, lo que guarda relación con el comportamiento habitual del insecto de posarse siempre con la cabeza hacia abajo, con las alas extendidas, sobre la corteza del tronco, como una forma de camuflarse de sus predadores naturales, dada su coloración.
Este género abarca 22 especies todas habitantes exclusivas de América, del norte al sur, una de las cuales es precisamente la mariposa rechinadora gris, cuyo nombre científico es Hamadryas feronia, cuyo protónimo o primer nombre fue Papilio feronia, asignado por Carlos Linneo en 1758. El epíteto específico feronia se deriva de la raíz latina fer, base de la palabra también latina fĕrus cuyo significado es ‘no cultivado’, ‘indómito’. Era además el nombre de una diosa de la mitología romana, protectora de los bosques.
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La subespecie que vuela en el Quindío se llama Hamadryas feronia farinulenta y fue publicada en 1916 por el entomólogo alemán Hans Fruhstorfer. El epíteto subespecífico farinulenta viene de farina, ‘harina’ y significa ‘harinoso’.
Los huevos que usualmente pone esta mariposa en el envés de las hojas tienen color blanco y son pegajosos debido a una pubescencia de su superficie. La larva se alimenta de plantas de diferentes especies del género Dalechampia como Dalechampia scandens de la familia Euphorbiaceae.
La oruga es de color gris claro con la cabeza negra. Hacia el tercer estadio las orugas toman un color café oscuro con una línea café clara en el centro y exhiben espinas ramificadas de color café. Las crisálidas pueden tener dos coloraciones, verde claro o café.
Su área de distribución va del sur de los Estados Unidos y llega a Perú, Paraguay y Brasil, desde la orilla del mar hasta los 1500 metros de altitud, en regiones boscosas tropicales y en áreas abiertas.
