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Los partidos y el Congreso pueden salvar o hundir el país. El error de elegir primero el Congreso y luego el presidente ha sido aprovechado para negociar, gobernar ellos sin haber sido elegidos como presidente. Por los intereses económicos personales y políticos que hay, Vargas Lleras planteó la invitación de unir partidos y congresistas en oposición para frenar las acciones del gobierno e impedir las reformas.
Dependiendo del desespero por ganar algo apoyarán la unión, el país conocerá dos caras, la de los que apoyan las reformas, aunque equivocadas, con errores graves que obligan corregir, y otros usarán ese poder oculto para abusar, desbordar límites de lo éticos y no cumplir la labor de congresistas que, por simple interés político, apoyan o bloquear al gobierno, olvidando muchos que esas “jugaditas del pasado” sirvieron para destruir más hoy las finanzas y economía del país. Corrupción sin control.
El desespero de Vargas Lleras muestra más es el poco interés por el país pero sí la defensa de intereses de terceros, pues, si quiere proteger la nación, las reformas, a pesar de las dudas y errores que obliga ajustar, como cabeza de un grupo debió invitar a aportar y generar soluciones claras, beneficiar al país, desmontar regímenes como el de Ecopetrol, el congreso, la presidencia y otros privilegios que dañan las finanzas públicas como los 1000 UVT, donde los mismos congresistas y partidos ende la oposición que van a unirse, no quieren quitarse o perder nada. Es un amor de país falso, pues el desespero de unirse y la falta de poder, no es solo para bloquear al país y las reformas, es la estrategia electoral que ya inició. Aúllan como fieras con hambre, buscan comida con otros, para triunfar en las elecciones territoriales, no perder nada o recuperar algo, olvidando ese dolor y angustia de un pueblo. ¿Cómo creerles?
Más que celebrar un triunfo por la posible unión de la oposición, en vez de querer bloquear, hacer un juicio político y afectar la economía, la unión debiera ser para construir país, sin olvidar a los millones de colombianos y la sociedad que esperan las reformas. Es más probable que en las elecciones territoriales triunfen aquellos que apoyen construir y generar bienestar que los que optan por dividir más al país. Se percibe la molestia y enojo que crece en la sociedad al conocer lo que se ha destapado; es claro ese vacío de ética, profesionalismo y liderazgo, con excepción de unos congresistas.
Los errores o vacíos no son para abusar del poder ni herramientas para afectar al país, son para demostrar grandeza. Con ese don de liderazgo, la oposición debe mostrar su posición con altura, sin dividir, enseñando, construyendo, aportando y corrigiendo como debe ser, exponiendo argumentos y utilizando la ley para construir, más no para aislar a Colombia ni para abusar más de esa barrera que han conservado para gobernar sin ser ellos el presidente del país.
