Autor : Mayra Alejandra Ovalle Peñuela
310 mujeres respondieron un sondeo y contaron sus experiencias en las carreteras del departamento, el 77.1 % de ellas expresó haberse sentido agredida, pero el 93.3 % de las agredidas no denunció el hecho violento.
Un sondeo de opinión realizado recientemente recopiló cifras y relatos de violencias que han sufrido mujeres ciclistas en el Quindío. “Un motorizado se me acercó y empezó a tocar mi vagina, mis nalgas y mis senos; estaba sola en ese momento, solo podía gritar. Pasaron por fortuna 2 carros y el individuo se asustó y se fue. No he vuelto a montar desde eso, tengo ataque de pánico. Fui violada en mi infancia y fue un retroceso en mi proceso”
Otra describió: “Una vez montando en bici ‘un man’ me cogió una nalga. Muchas otras veces me dicen cosas, me tiran el carro o la moto para decirme cosas”.
Otra denunció: “Cada que salgo pasa una situación de acoso con un hombre, es incómodo. Una vez un hombre me persiguió por un tiempo largo y me miraba con morbo, era temprano y era vía Circasia, la carretera ‘más segura’. Se me hizo eterna, tenía miedo de que me hiciera algo. Otra vez, bajando muy rápido en la vía Calarcá-Armenia un hombre me gritó algo y sacó una pistola por la ventanilla del pasajero acercándomela, casi me caigo del susto de la bici”.
Y otra dijo: “Regresando de La Paila, un hombre en una moto se me acercó con su pene por fuera del pantalón y manoseándose me dijo cosas obscenas”.
Son muchos los relatos de este corte, casi todos coinciden en abusos físicos que en la mayoría de los casos motociclistas extraños cometen contra ellas.
La recopilación de testimonios inició debido a las constantes denuncias que se hacen públicas en redes sociales y en los medios de comunicación. Juanita Arias Palacio y Paola Valencia, ciclistas del Quindío, se dieron a la tarea de hacer un sondeo para cuantificar, entender el problema y evidenciar casos de abusos y agresiones que implican lo físico y lo verbal. El sondeo fue respondido por 310 mujeres del Quindío, de las cuales tan solo el 3.5 % manifestó que se sienten seguras al hacer actividades deportivas al aire libre.
Arias Palacio y Valencia comentaron que no solo el trabajo se queda en el sondeo, las búsquedas son más amplias: “Estamos trabajando en la generación de condiciones para que la práctica de deporte en espacios abiertos sea libre de acoso para las deportistas. Como parte del ejercicio, un paso es entender la dimensión de la problemática. Ahí tomamos la decisión de la creación de la encuesta. Ambas tenemos una gran motivación, con nuestras experiencias de vida; queremos brindar una voz a tantas mujeres que han sufrido acoso y también la generación de acciones que logren eliminar esta pésima. Somos miles de mujeres, hijas, mamás, hermanas, esposas, amigas, novias que estamos siendo impactadas por esta situación”.
Valencia, por su parte, comentó: “Hace un año exactamente fui víctima de agresión mientras montaba en bicicleta, eso hizo un retroceso en unos procesos que llevaba con temas de mi infancia, ahora no puedo montarme en una bicicleta porque tengo episodios de ansiedad. Además, se han contactado varias mujeres contándome situaciones que han vivido, lo que me ha dado a entender que no fui un caso aislado. En una conversación con un amigo sobre el tema surgió la posibilidad de conectarme con Juanita, una cicloviajera del departamento y formular un proyecto que nos involucre a todos para generar espacios seguros para todas”.
Arias Palacio explicó: “Viajando me di cuenta de que el comportamiento de los hombres colombianos es demasiado irrespetuoso, solo yéndome de Colombia evidencié que aquí tenemos completamente naturalizados comportamientos irrespetuosos. He viajado en bicicleta por más de 20 países y Colombia es uno de los pocos donde me he sentido irrespetada y es en el que más ‘piropos’ me han dicho en las carreteras”.
Y declaró: “Muchas mujeres se han acercado a expresar su miedo de viajar solas en bicicleta y por esto empecé un proyecto llamado ‘Enriquetas en bicicleta’ que busca, entre otras cosas, formar grupos de mujeres para viajar juntas, cuidarnos, apoyarnos y motivarnos en este contexto hostil en el que nos encontramos. Desafortunadamente, en un viaje que hicimos de 16 mujeres en septiembre del año pasado por el Quindío, a 2 de las mujeres del grupo las tocaron mientras viajamos. Da mucho desconsuelo sentir que ni en grupo nos respetan”.
Tras el sondeo que realizaron a través de un documento de Google y que fue difundida por redes sociales, las deportistas hicieron los siguientes hallazgos en las respuestas de 310 mujeres: 3.5 % de las encuestadas se sienten seguras a la hora de tomar la decisión de realizar actividades deportivas al aire libre; mientras que el 77.1% se han sentido de alguna manera irrespetas en espacio público. De las 77.1% de mujeres que dicen haberse sentido agredidas, el 93.3 % no denunció la situación. A su vez, los datos mostraron que el 78.1% -equivalente a 242 mujeres- expresaron que conocen el caso de alguien que ha sido víctima de actos que atentan contra la integridad de la mujer.
Lo anterior, les permitió concluir que el acoso a las deportistas es un problema que afecta a un gran porcentaje de las mujeres. “Las mujeres en el Quindío no nos sentimos seguras para salir a hacer deporte. También es importante relievar que necesita dar visibilidad y se deben generar acciones contundentes para eliminarlo”.
De igual manera, declararon: “Se nos está vulnerando el derecho a disfrutar de la ciudad y el departamento. Nos están robando la oportunidad de gozar de algo tan natural y necesario como realizar deporte al aire libre. Es una problemática a la que hay que hacerle frente, que tiene un impacto negativo para la ciudad y el departamento, afecta no solo el ámbito social y mental, sino también el sector económico y turístico”.
Ellas sostuvieron que reconocer la problemática es un gran paso, sin embargo, consideran que resulta fundamental y necesario generar estrategias de acción que ellas clasifican en 3 ejes claves: creación de rutas seguras, educación y sensibilización y reparación de la confianza de quienes han sido agredidas.
“Se deben generar soluciones que provengan tanto de las autoridades cívicas, de seguridad y del sector privado. Generar condiciones de cero tolerancia ante el acoso. Queremos generar una red de apoyo, necesitamos más empatía y solidaridad”, dijeron.
También hicieron un llamado a las autoridades y entidades competentes: “El Quindío es un departamento que ha demostrado ser innovador en la generación de soluciones. Podemos convertir esta problemática como una gran oportunidad: El Quindío como destino más seguro. Convertir los espacios al aire libre como espacios seguros para la práctica de deporte. Las autoridades pueden incluir dentro de su política pública presupuesto para la educación y sensibilización de la población en el trato de la mujer. De igual manera habilitar líneas de atención y cámaras de vigilancia en algunas de las rutas más populares. Finalmente, prestar acompañamiento en las horas pico y en algunas rutas para brindar seguridad a las deportistas. Este año se van a celebrar los Juegos Deportivos Nacionales. Qué gran oportunidad en declarar los Juegos como los del respeto a la mujer”.
